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La propaganda se entremezcla con la cultura en el nuevo Centro Kirchner

Hay una sala dedicada al ex presidente que pide que su “fuerza” sea “una presencia viva en nosotros”, además de audios de su madre, María Ostoic, y de su hijo Máximo.

Néstor intimo. La sala Néstor Kirchner tiene un cuadro, un lugar para proyecciones y audios.
| Cedoc Perfil

“Este edificio representa el significado de la cultura durante esta década ganada”. Así definió el ministro de Planificación, Julio De Vido, a la monumental obra del Centro Cultural Kirchner, que se inauguró después de seis años con una inversión de 300 millones de dólares –según datos oficiales–, en el antiguo Palacio de Correos.
No bien se pone pie en la entrada del edificio se puede observar una placa de mármol que le da sentido a la obra. “Colmado de un alto contenido simbólico para los argentinos y para Néstor Kirchner en particular, que era hijo de un trabajador postal”, reza el texto, que replica los fundamentos de la ley mediante la cual se aprobó la restauración del Palacio.
Una de las salas “vedette” del Centro Cultural es la Néstor Kirchner. Frente a la impactante Ballena Azul, el salón contiene un cuadro del ex presidente, varias pantallas táctiles que permiten reproducir testimonios de su madre, María Ostoic, y de su hijo, Máximo Kirchner. Hay, además, una pantalla en la que pueden verse los actos de Kirchner y sus discursos. Y el audio del ambiente difunde la palabra de los que lo conocieron en profundidad. “La idea es mostrar a un Néstor íntimo”, explicó uno de los organizadores.
Si se aprieta una de las pantallas táctiles, se podrá escuchar en boca de Máximo lo que representó para su padre el nacimiento de Florencia. “Era la luz de sus ojos”, dice el líder de la agrupación La Cámpora. La sala fue pensada para la posteridad, para mantener viva “la memoria de Néstor”. En uno de los murales se puede leer una suerte de oración, con el título “ExperienciaNK”, que reflexiona, entre otras cosas: “Que su fuerza y su convicción sean siempre una presencia viva en nosotros”.
La gran incógnita es si esa sala seguirá en exposición con un futuro gobierno. Para el ministro De Vido, no hay dudas sobre el destino del Centro Cultural Kirchner. “Este gobierno nacional y popular va a ser votado mayoritariamente en octubre y esta casa va a seguir siendo del pueblo”, precisó.
El edificio es ultramoderno. La Ballena Azul es una sala sinfónica para más de 1.700 espectadores. La Gran Lámpara es un museo flotante, sostenido por pilotes. Y la cúpula permite tener una vista panorámica de la Ciudad de Buenos Aires.


Dudas sobre el costo real de la obra
El ministro de Planificación, Julio De Vido, aseguró ayer en conferencia de prensa que el Centro Cultural Néstor Kirchner tuvo un costo de US$ 301 millones. Sin embargo, otros cálculos dan cifras muy superiores.
El ministro aseguró que el costo por metro cuadrado fue de US$ 2.600 dólares, que multiplicado por los 116 mil metros cuadrados dan los US$ 301 millones. Al dólar oficial ($ 8,96), daría unos $ 2.700 millones, aunque comenzó en 2009 con un valor del dólar inferior.
Según el cálculo del blog Eliminando Variables, la obra tuvo un presupuesto (incluyendo partidas adicionales, como los pianos o la celesta) de $ 3.800 millones. De Vido comparó la obra con grandes centros culturales del mundo, como el Pompidou de Francia, sobre el que dijo que tuvo un costo de US$ 2.900 el metro cuadrado, hace cuarenta años. Aclaró que era otro valor del dólar, pero omitió decir que también eran otros costos.