“Hola, Soy Liberty, y les hablo desde el corazón de nuestras Islas Malvinas, Sándwich y Georgias del Sur. Soy una voz, un espíritu, un país, que orgullosamente puede decir: el mundo escucha cuando Argentina habla”. El relato es el de una voz suave, con un acento casi nativo, que no deja percibir que se trata de una periodista argentina. El año es 1982 y quien habla es Silvia Fernández Barrio. Tiene una misión durante el enfrentamiento bélico en Malvinas: desalentar a los soldados ingleses que se encuentran ocupando las islas, mediante mensajes nostálgicos que -tenía la ilusión- ayudarían a evitar o a disolver el conflicto en el territorio.
"Un día me llaman del comité militar, y yo no entendía nada. Me piden que vaya a una oficina, a un lugar ya no recuerdo bien la dirección", relata Fernández Barrio en diálogo telefónico con PERFIL. “Ahí me dicen que había un trabajo para hacer, algo que podría evitar la guerra. Me dijeron: ‘Necesitamos una periodista que hable inglés y que sea como la Rosa de Tokio’”, comenta
La misión, le explicaron, tenía como fin “bajar la moral de los ingleses”. Durante esa reunión con el comité, le dijeron que querían su participación y que era “la persona más confiable” para cumplir con la tarea. Ella lo asoció a que había estudiado el idioma desde chica y lo hablaba casi a la perfección, por lo que no le significó un problema interpretarlo. Cuando las transmisiones empezaron a sonar, los ingleses se referían a ella como “Argentine Annie”, y así identificaban a la mujer que estaba detrás de Radio Liberty: una operación secreta del Servicio de Inteligencia del Ejército, con el objetivo de bajar la moral de los soldados del bando contrario, para alentarlos a volver a casa y abandonar la lucha.
Recorte del Daily Mail - 1982.
Las emisiones de Liberty recordaban los pueblos de los que eran oriundos los soldados ingleses, enumeraban resultados de los equipos de fútbol locales, pasaban música de Los Beatles e incluso las campanas del Big Ben. A eso se le sumaban los mensajes que leía Fernández Barrio: "Querida Susan: soy Liberty y sé que tu novio está bien, ansioso por supuesto y algo desilusionado por tanta espera. La espera inútil lo que los está poniendo nerviosos, irritables, y por eso de noche no pueden pegar un ojo". Al leer los resultados deportivos, Argentine Annie comentaba a los soldados británicos: “¿No querrían poder estar ahí para alentarlos?”.
Cuando la convocaron para la tarea, la sensación era que las Fuerzas Armadas buscaban ocupar las islas, pero un conflicto bélico de gran escala se veía como algo lejano. La periodista luego entendió que la magnitud de los hechos era otra: “Te dabas cuenta que estábamos frente a Gran Bretaña, lo que era una locura. A medida que pasaban los días me daba cuenta que nos habíamos equivocado, que era una ilusa”, revela la periodista en diálogo con este portal.
Memoria. “Yo estaba trabajando en 60 minutos - el noticiero de la emisora ATC, a cargo de la Armada Argentina en ese entonces- y decidí irme cuando ocuparon Malvinas, porque pusieron la foto de Galtieri en la oficina. Eso fue la gota que colmó el vaso”, cuenta Fernández Barrio.
Cuando le ofrecieron ponerle voz a la emisora Liberty, la periodista, conductora y panelista aceptó sin pensarlo demasiado: “En ese momento me pareció que no era nada fuera del otro mundo, porque todavía no estábamos en guerra. De hecho teóricamente creo que no íbamos a llegar a la guerra hasta que se hundió el crucero general Belgrano. Yo leía y les hablaba a los ingleses, les hablaba jugando con la nostalgia, pero no era nada cruel”, explica a Perfil. Al leer los guiones que le daban, intentaba excluir frases que pudieran resultar violentas o agresivas: “Se buscaba que quien estaba del otro lado no sintiera agresión, crueldad, ni mucho menos. Si había algo que salía de lo pacífico yo lo cambiaba. Nunca me dijeron nada”, sostiene.
Misión secreta. “Yo sentía que estaba haciendo algo pacífico. Nunca sentí miedo: sentía que ponía un granito de arena para ayudar. Cuando me llegó la propuesta, fue al principio, cuando recién desembarcamos: pequé de ilusa en ese momento de pensar que era algo mucho más simple y que no íbamos a llegar a la guerra” confiesa Fernández Barrio
La actividad de Argentine Annie debía mantenerse en el más estricto secreto, por lo que nadie de su entorno sabía que estaba grabando esos mensajes: sólo sabían quienes intervenían directamente en la operación: “No podíamos contarle nada a nadie, era totalmente secreto. En la guerra la primera víctima es la información, si tenés un dato, no podés darlo”, manifiesta la periodista.
Consultada sobre sus recuerdos de las grabaciones, la locutora responde: “Fui y grabé las transmisiones durante varios días e iba sola. Tengo el recuerdo del novio de una amiga mía que trabajaba en ATC, que era piloto civil y también colaboraba con los escuadrones de soldados. El había escuchado una transmisión y un día me contó: ‘Sabés que hay una radio en la que transmite una mujer que tiene la misma voz que vos’. Yo me quedé callada, sin decir nada”.
La operación se conoció años después de terminada la guerra. El primero que contó detalles fue Enrique Mancini, locutor y conductor, que participaba en radio Liberty coordinando la grabación y aportando material musical. “Todos dimos nuestra palabra en ese momento de que no íbamos a decir nada. Se habló muchísimo después, el que habló fue Mancini, que para mi era palabra santa, así que estaba todo bien”. sostiene la periodista.
Fernández Barrio asegura que no se arrepiente. "Al mirar las cosas a la distancia todo es diferente a cómo lo viviste en ese momento. No me arrepiento para nada, creo que hice lo correcto, hice lo que tenía que hacer”, expresa a este portal. Los recuerdos no desaparecen, aun 36 años después: “Todavía escucho la marcha de malvinas y me conmueve”, concluye.