En medio de su recorrida por San Nicolás, cuando se cruzó con un vendedor hincha de Racing, Horacio Rodríguez Larreta quiso mostrarle su funda del club que lleva a todos lados. No la encontraba. Comenzó a desesperarse. Por ello en su caminata, en cada comercio vinculado a la tecnología consultaba si tenía una funda similar alegórica al club de sus amores.
Cuando ya estaba cerca de irse de la ciudad hacia Pergamino, siempre custodiado por Diego Santilli, un comerciante se acercó y le regaló un aro para colocar el celular con un escudo de Racing.
La anécdota permite ilustrar un nuevo perfil del jefe de Gobierno, a quien se lo vio entre abrazos, selfies y besos con los vecinos del municipio. La tan mentada “cercanía” que hoy resulta clave para cualquier precandidato. Y más aún si busca la Presidencia de la Nación.
En este marco, Larreta tuvo una mini gira que incluyó los dos distritos de la Segunda Sección Electoral junto al diputado, su candidato a gobernador y uno de sus hombres más leales.
En ese marco, junto al intendente local, Manuel Passaglia, su hermano y diputado provincial, Santiago más el dirigente Agustín Forchieri – armador todoterreno del Colorado – recorrieron comercios en el centro, tuvieron una charla con vecinos y almorzaron en el peatonal en “Bartolomé”, donde el jefe comunal y el diputado probaron el bife de chorizo con hueso con el corte “Tomahawk”, una especialidad de la casa. Luego saludaron por las mesas.
También pasaron por el santuario y rezaron ante la virgen de San Nicolás.
En medio de la recorrida se cruzó, de manera insólita con la abogada Jimena de la Torre, la consejera de la Magistratura que llegó a pedido de Mauricio Macri. Se fueron solos un rato a dialogar.
El antikirchnerismo del municipio le sintió bien. También la buena imagen que tiene la familia Passaglia en el distrito, donde en 2019 ganó con más del 55% de los votos.
Por otro lado, luego Larreta y Santilli estuvieron en Pergamino junto al intendente local, Javier Martínez, un hombre que responde a Daniel “el Tano” Angelici. En conferencia de prensa el jefe comunal expresó: “El campo necesita reglas de juego claras. Ponen el dólar soja por 25 días cuando lo que necesitamos es un plan por 25 años”, agregó. “Tenemos que estabilizar este país, terminar con la inflación y que eso nos de credibilidad y previsibilidad en el tiempo para que se invierta más”, continuó. Por su parte, más duro, Santilli expresó: “Hay un gobernador que ha empeorado todos los problemas de Buenos Aires. Ha empeorado la educación, cerrando las escuelas dos años; el trabajo, porque la informalidad crece a pasos agigantados y los problemas de la inseguridad, porque el narco volvió a los barrios donde la gente sufre a diario no poder vivir en paz; es decir, libre. Y eso es lo que tenemos que cambiar”.
Paralelamente, en lo que tiene que ver con las tomas de los colegios, al cierre de esta edición quedaban 11 escuelas tomadas por sus estudiantes. Según evalúan cerca del jefe de Gobierno el tema comenzó “a desinflarse” y Larreta espera que la semana que viene empiece a ordenarse. Si bien respaldó a la ministra de Educación porteña Soledad Acuña, quien encabezó una ofensiva que incluyó más de 100 padres de alumnos denunciados por colaborar con las tomas, le pidió que el conflicto no se extienda.
En este marco, ya 10 escuelas desistieron de seguir con medidas de fuerza y se espera que esta semana se sumen otras tantas. Claro que el conflicto educativo seguirá: el martes los sindicatos UTE, alineado con el kirchnerismo, y Ademys, pequeño y vinculado a la izquierda, organizarán un paro solo en la Ciudad.
Este escenario le permitirá a Larreta volver a criticarlos y a Acuña mostrarse como una “halcona” en su camino a ser candidata en 2023 en Capital.