La relación Moyano-Covelia es la de un matrimonio en el que una de las partes controla a la otra, pero ambas se benefician. El amor es fuerte pero, cuando se trata de una sociedad de negocios, las ganancias pueden tanto como el amor.
Esa historia se originó en 2002, cuando el líder de Camioneros y la empresa comenzaron a actuar como socios políticos. Una anécdota puede ilustrar bien esa alianza: según pudo reconstruir PERFIL de fuentes empresarias, Covelia había adquirido en 2010 unas 120 camionetas para correo, por recomendación de Moyano. Ricardo Depresbiteris, titular de Covelia, confiaba en el buen juicio del secretario general de la CGT, pero sabía que sus conocimientos sobre correos son escasos.
La inversión le daba vértigo pero cumplió con el pedido del gremialista. Moyano quería que Covelia se quedara con el negocio que dejaba vacante la norteamericana Ryder, pero Depresbiteris lo convenció de que Covelia comprara los automóviles pero no se metiera directamente en el negocio del correo. Moyano le encomendó que buscara otras compañías para tercerizar el servicio, evitar así que el Grupo Macri monopolizara el mercado de correo privado, y que se mantuvieran las fuentes de trabajo de Ryder.
Depresbiteris negoció como intermediario de Moyano con distintos empresarios de correos. Cada vez que se reunía con uno de ellos informaba a Moyano lo que le respondía cada directivo invitado y a su vez transmitía lo que el líder sindical resolvía.
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