El presidente Mauricio Macri volvió a mostrar que la política exterior estará al tope de su agenda. Asistido por la canciller Susana Malcorra, multiplicó contactos con representantes extranjeros en las últimas 48 horas. Los encuentros se dieron, el miércoles, en la sede del gobierno porteño; y, ayer, durante el agasajo realizado en el Palacio San Martín y la gala en el Teatro Colón.
Los principales socios de la región evidenciaron disposición ante la intención del nuevo gobierno de mantener lazos con las gestiones que tenían más afinidad con el kirchnerismo (con Venezuela como única excepción). El ejemplo más claro fue el mandatario boliviano Evo Morales: pródigo en gestos de cercanía con Macri, compartió un partido de fútbol el miércoles y dijo ayer que buscará “construir una confianza única”.
Más distante fue el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien se extendió en loas al kirchnerismo. “Prohibido olvidar que Néstor y Cristina recuperaron al país como el Ave Fénix”, dijo ayer, pero aclaró que “las relaciones bilaterales con Argentina seguirán de lo mejor, más allá de las diferencias ideológicas”.
En tanto, los socios más postergados en la agenda exterior argentina, como los países latinos del Pacífico, los de la Unión Europea y los Estados Unidos, mostraron fuerte fuerte expectativa ante el cambio.
Además de Correa y Morales, dieron el presente ayer los presidentes Dilma Rousseff (Brasil), Michelle Bachelet (Chile), Tabaré Vázquez (Uruguay), Horacio Cartés (Paraguay), Ollanta Humalla (Perú) y Juan Manuel Santos (Colombia). Desde Europa llegaron el rey emérito de España, Don Juan Carlos, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis y el ex presidente alemán Christian Wulff.
La delegación norteamericana estuvo encabezada por el secretario de Transporte, Anthony Foxx, y la responsable del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Roberta Jacobson, protagonista de fuertes entredichos con la administración saliente. Los dos mantuvieron un encuentro privado ayer con Macri y Malcorra. Los acompañaron el embajador Noah Mamet –quien en un año de gestión nunca había tenido un encuentro con CFK– y el jefe de Gabinete Marcos Peña. También hubo reuniones con Perú, Colombia y Paraguay.
Los principales socios extracontinentales de la era kirchnerista, China y Rusia, enviaron funcionarios que se reunieron el miércoles con Macri y su equipo. Por China, estuvo el vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular, Ji Bingxuan, y el gobierno ruso fue representado por el ex jefe de los servicios secretos y actual consejero de seguridad, Nikolai Patrushev. Estos dos países buscan garantizar los multimillonarios acuerdos firmados durante la administración de CFK. En Europa y Estados Unidos se ilusionan con que esa intención no prospere.