Son tres de las personas en las que más confía. El trío que lo ayudó a ser Presidente. Y, sin embargo, actualmente participan en forma parcial del Gobierno. En la cotidianeidad de la gestión Mauricio Macri extraña a Horacio Rodríguez Larreta, a Daniel “el Tano” Angelici y a Nicolás Caputo, empresario y amigo.
Caputo. Desde diciembre, “Nicki” se corrió del Gobierno. No se mete en las decisiones estratégicas y puede pasar semanas sin hablar con Macri. Estuvieron juntos hace un par de semanas cuando compartieron un fin de semana largo en el Country Cumelén, en el sur. Pero Caputo ya no cita a los ministros a sus oficinas de la Avenida Belgrano ni tampoco, le adelantó a Macri, está dispuesto a ser quien recaude para las próximas campañas. En su intimidad está dolido: asegura que no quiere aparecer como “el Lázaro Báez” del Presidente y dañar su imagen pero, a la vez, lamenta no vivir de cerca la gestión de su amigo. Sigue los temas energéticos (en especial colaboró con la licitación de energías renovables) pero evita inmiscuirse en otros temas. Además, critica a Marcos Peña: lo ve demasiado influyente en las decisiones que no comparte, como tener siete ministros de Economía o desatender la “rosca política” que encarnaban Emilio Monzó (titular de Diputados) o el vicejefe porteño Diego Santilli.
Angelici. Aunque Macri lo marginó parcialmente tras las denuncias de Elisa Carrió, Macri choca cada tanto con la realidad de que no tiene un “operador judicial”. Le pasó en las horas previas al fallo de la Corte Suprema sobre el gas y también con los movimientos incontrolables de Comodoro Py.
“Se perdió el diálogo con algunos sectores de la Justicia. Algo que con el Tano en la Ciudad no pasaba”, sostiene un funcionario nacional. El presidente de Boca, cuando llegó Cambiemos a la Casa Rosada, había iniciado una serie de reuniones con fiscales y jueces federales. A muchos los conoce bien: fiscales como Carlos Stornelli o Raúl Plee, o jueces como Ariel Lijo o Luis Rodríguez, son fanáticos del club xeneize.
“El Tano no quiere ser un problema para Mauricio. Eso se lo dijo cuando estalló el tema Lilita”, dijeron desde el círculo más cercano a Angelici.
Rodríguez Larreta. El tercer hombre clave es el jefe de Gobierno. Su ausencia obligó al Presidente a estar más presente que nunca en temas de gestión, en especial en el gabinete económico. “Antes Mauricio delegaba todo en Horacio, hoy no tiene esa persona”, asegura una fuente macrista. “La interna entre (Alfonso) Prat-Gay con (Federico) Sturzenegger no llegaba ni al uno por ciento que alcanzó si Horacio hubiera estado como jefe de Gabinete”, opina un ex ministro. Cierto o no, Larreta ya hizo saber que no está de acuerdo con no tener un ministro fuerte de Economía. Los rumores ya circulan por los pasillos del poder: que Larreta podría desembarcar en la Nación en 2017. Versiones que niegan en la sede porteña de Uspallata y en el primer piso de la Rosada.