El presidente Néstor Kirchner y Cristina Fernández recibieron a Hugo Chávez -que llegó a la Rosada con casi una hora de retraso- en el Salón Blanco, el mismo lugar en el cual más tarde se firmaron los acuerdos bilaterales y se escucharon los discursos.
Para ese momento, la sala había quedado repleta con funcionarios de ambos países y muchos invitados especiales como la Asociación Madres de Plaza de Mayo y Abuelas, Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, y un grupo de empresarios encabezado por Paolo Rocca de Techint, entre otros.
Kirchner no ahorró palabras para expresar su "agradecimiento eterno" a su par venezolano por el acuerdo para la construcción de la planta para regasificación de gas natural licuado, por trasladar a la Argentina la compra de insumos petroleros y por la explotación conjunta de ENARSA y PDVSA en la franja del Orinoco.
A su turno, y luego de remarcar que Cristina "será la próxima presidenta", Chávez se dirigió a la senadora para señalar que "en dos años, o quizás menos porque no hay que perder tiempo, podremos enviar gas licuado desde las costas venezolanas a la misma velocidad que la Argentina nos manda vacas", producto de acuerdos previos entre los dos países en materia agropecuaria.
E sta frase sirvió de pie a Kirchner para deslizar una indirecta crítica a la Sociedad Rural Argentina, con quien profundizó sus diferencias este fin de semana luego del duro discurso de Luciano Miguens en la Sociedad Rural. "Las vacas son buenas", ironizó el presidente, para intentar cuestionar a los dirigentes del sector ganadero.
Fuente: Dyn