Con la amenaza latente de que en los próximos días el Gobierno nacional puede quedarse sin vacunas para aplicar, partirá hoy un nuevo vuelo hacia Rusia para traer un cargamento de Sputnik V, cuya cifra total por ahora no fue confirmada.
La llegada de las dosis, que estarían recién el martes en el país, se producirá apenas cuatro días después de recibir un envío de 330.000 dosis 1 de la variante rusa y si bien conformó una novedad positiva en medio de la incertidumbre global por la falta de vacunas, lo cierto es que al ritmo que vacuna Argentina alcanzará para menos de 3 días. De acuerdo al Monitor Público de Vacunación, el ritmo promedio diario es de 137.000 aplicaciones y el arribo del nuevo cargamento servirá para ir corriendo la temida línea temporal de faltante de vacunas.
En el Gobierno hay expectativa además por concretar el envío de las 3 millones de dosis de las vacunas Sinopharm, pero la propia ministra de Salud, Carla Vizzotti, confirmó el viernes en conferencia de prensa que “las vacunas están en China. El anuncio es que se firmó el contrato. Estamos trabajando para que lleguen lo antes posible y para que se extienda la recomendación de la Anmat a mayores de 60 años”.
En simultáneo, el Ejecutivo analiza medidas sanitarias y políticas ante la segunda ola que ya están sufriendo países de la región y se espera para los próximos días un decreto presidencial con restricciones a los vuelos al exterior. El foco central de la preocupación es Brasil, con la nueva cepa Manaos que pone en peligro sobre todo a las provincias que tienen frontera con el país vecino.
“Está totalmente desaconsejado viajar al exterior”, alertó el presidente Alberto Fernández en un mensaje por cadena nacional el jueves por la noche. Por eso, se concretarían restricciones para volar a Brasil (hasta un 50%), Estados Unidos y Europa, aunque no se trabaja en nuevos confinamientos como los que transitó Argentina durante 2020, con la intención de no dañar la economía. En la lista podrían incluirse países que no constituyen un peligro en sí pero que son utilizados como escalas de los vuelos que llegan a la Argentina. Además, se prevé intensificar los controles sobre los camiones y avanzar con la creación de un certificado sanitario de libre tránsito para el sector comercial.
En la práctica, las fronteras se encuentran cerradas para extranjeros y solo se permite el ingreso para quienes puedan acreditar su residencia en el país. En sentido inverso, para salir del país hay que hacer una declaración jurada y sigue vigente la necesidad de presentar un PCR negativo para quienes deseen entrar a la Argentina.
Pero el registro de testeos falsos y la verificación de decenas de contagios en viajes de egresados al exterior podrían apurar otras restricciones para los estudiantes que tengan pendientes sus viajes de fin de curso.