Una ley migratoria que permite a los cubanos, por primera vez en medio siglo, viajar al exterior sin pedir permiso al gobierno, entró en vigencia este lunes en Cuba en medio de grandes expectativas de la población y del escepticismo de los disidentes.
La medida establece que ahora todos los cubanos pueden viajar fuera del país si tienen pasaporte vigente, pues dejaron de ser necesarios el permiso de salida, o "tarjeta blanca", y la carta de invitación de alguien en el exterior.
"Con la entrada en vigor hoy de la actualización de su política migratoria, Cuba dio un paso más para lograr que los movimientos migratorios sean de forma legal, ordenada y segura", dijo este lunes el diario oficial Granma.
La reforma migratoria, anunciada el 16 de octubre, ha sido bien acogida por la población y muchos cubanos se preparan para solicitar pasaporte a partir de este mismo lunes, según testimonios recogidos por la AFP.
La excepción la constituyen disidentes como la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y la bloguera Yoani Sánchez, que si bien declararon que anhelan viajar, dijeron que tienen temor de ser privadas selectivamente de este derecho.
Soler expresó que le gustaría ir a Estrasburgo, Francia, con el fin de que el Parlamento Europeo le entregue el Premio Sajarov que les concedió en 2005 a las Damas de Blanco y que no han podido recibir debido a que el gobierno cubano les negó el permiso de viaje.
Sin embargo, Soler afirmó que "la reforma migratoria es más de lo mismo, producto de que siempre va a existir un filtro, el gobierno cubano va a seleccionar quien puede o no salir del país".
"La Reforma Migratoria no recoge las demandas del pueblo sino los deseos del gobierno", escribió por su parte Yoani Sánchez en la red social Twitter.
"Oscilo entre la esperanza y el escepticismo, como tantos otros cubanos", agregó la bloguera en otro tuit.
La ley migratoria es una de las más revolucionarias reformas introducidas por el presidente Raúl Castro desde que sustituyó en el mando a su hermano enfermo Fidel, quien impuso restricciones para salir de la isla en 1961, en medio de grandes tensiones con Estados Unidos, en una época álgida de la Guerra Fría.