En seis años de gestión, el matrimonio presidencial hizo del volar una actividad de culto. De acuerdo a la información a la que tuvo acceso PERFIL, Néstor y Cristina Kirchner gastaron sólo en 11 vuelos, $ 1.033.361, diez de ellos (ver infografía) realizados en uno de los aviones preferidos de la primera dama, un Challenger 601, matrícula LV-BPV, con capacidad para nueve pasajeros, valuado en 9 millones de dólares. Además de esa decena de viajes, hubo un viaje más que se realizó en un Cessna Citation de la compañía Royal Class, en el cual Néstor viajó hasta Río Gallegos por 35 mil dólares. ¿El avión? El mismo que usó Antonini Wilson y en el que viajaron los 800 mil dólares que iban destinados a financiar la campaña K.
El Challenger 601 es propiedad de International General Services SA, una empresa perteneciente al Grupo Exxel, un grupo inversor que administra fondos de inversión nacionales y extranjeros, que rompió el bajo perfil cuando se quedó con el imperio postal de Alfredo Yabrán y factura más de 500 millones de dólares anuales. I.G.S., su nombre de fantasía, es conducida por Cristian Fabian Assan, un operador de Juan Navarro, el creador del grupo Exxel.
De octubre de 2008 a julio de 2009, confirmó los diez vuelos realizados por los Kirchner a bordo del Challenger. En algunos casos, con gastos superiores a los 30 mil dólares por vuelo, la Presidenta y el Primer Caballero eligieron alquilar un avión privado en lugar de utilizar alguno de los cuatro aviones y un helicóptero que la Presidencia tiene a su disposición para los movimientos de la Presidenta y su familia. Para el alquiler de la aeronave, no hubo llamado a licitación y en todas las oportunidades se trató de contrataciones directas, con una particularidad, no todos los vuelos realizados por el mismo avión fueron facturados a la misma empresa. En la mayoría de los casos, si se hubieran utilizado los aviones de Presidencia, los costos habrían bajado algo más del 50%.
De acuerdo a lo que confirmó PERFIL, de todos los vuelos realizados por la máquina del grupo Exxel, cuatro fueron contratados a Aires Argentinos, una empresa de taxi aéreo, muy reciente en el mercado. El resto de los viajes corrieron por cuenta de I.G.S., la empresa de Juan Navarro. Fuentes de la Secretaría General de la Presidencia aseguraron que el Tango 01, como el Tango 02, 03 y 10, estaban en condiciones de volar en los momentos que se realizaron los alquileres. Como se desaconseja el uso del Tango 01 para distancias cortas, los disponibles, el Tango 02 y 03 (dos Fokker F28 de más de 20 años de antigüedad), no son “del agrado” de la Presidenta. Ahí está, según explicaron, la principal excusa para el alquiler del Challenger, uno de los preferidos de Cristina, junto con el Gulfstream de Eduardo Eurnekian, dueño de Aeropuertos Argentina 2000 (AA200). Fuentes del mercado aeronáutico explicaron que la empresa de Eurnekian sería, en muchos casos, una suerte de enlace entre las empresas y Presidencia. En el caso del Challenger, hubo vuelos que fueron pagados por AA2000, pero no hay precisiones si fueron volados por Presidencia.