El papa Francisco y la presidenta Cristina Fernández se mostraron cordiales y distendidos en el encuentro que mantuvieron esta mañana en el Vaticano, donde intercambiaron regalos.
El Sumo Pontífice le obsequió un grabado de la Plaza San Pedro y un libro, luego de que la Presidenta le regaló un juego de mate en estuche de suela de cuero argentino.
La mandataria puso su mano en el brazo del Papa, pero advirtió: “Ah, cierto que no lo puedo tocar”, pero el jefe de la Iglesia Católica, en respuesta, le dio un beso, por lo que la mandataria, ante los presentes, afirmó: “Nunca me había besado un papa”.
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