Parte de las escuchas de este expedente judicial revelan que el Grupo Cirigliano contrató a la agencia de inteligencia privada de Leonardo Scatturice en la previa al juicio por la tragedia de Once.
Como parte de la intervención al teléfono de Scatturice, surge que el investigado dice a un socio extranjero: “Agarramos al Grupo Plaza”. Y revela los negocios que tiene. “El dueño de todo el transporte público de Perú, La Florida, Milán, Barcelona, Madrid, el subterráneo de Río de Janeiro”, dice. Y agrega: “Ahora va a empezar un juicio, un litigio muy grande por una tragedia que hubo acá en Once con los trenes. (...) Este juicio es de connotación política y van a querer cortar el hilo por lo más delgado que son ellos”, afirma Scatturice.
Revela, además, tener conexiones con Carlos Slim y dice que van a jugar en “ligas altas”. En las conversaciones, el propio Mario Cirigliano se comunica con Scatturice.
Entre los negocios que describe Scatturice que tienen los Cirigliano, menciona que son socios del sheik de Qatar.
“El trabajo ya está cerrado con un piso de quinientos”, dice. El objetivo es “limpiar la imagen” de los Cirigliano en el exterior. De las conversaciones se desprende también que Claudio Cirigliano arregla una reunión con Scatturice.
En las conversaciones entre Scatturice y el número dos de Pocino, Alejandro Mota, hablan de un testigo nuevo en el juicio de Once” que también habría testificado en la causa “AMIA” y que estaría vinculado con la “Secretaría”. También hablan de testigos “truchos” que asistirían al “juicio de Once”.