Un año después que dejara su puesto golpeado por la derrota en su municipio a manos del trío De Narváez-Solá-Macri, prometiendo "sair a cazar traidores" , finalmente ayer Mario Ishii reasumió la intendencia de José C. Paz. En rigor, nunca la dejó, porque continuó ejerciendo el poder durante el interinato de María Luisa Geiszer, pero en las formas públicas ayer volvió a tomar las riendas de esa comuna.
Luego de la derrota en las legislativas de fines de junio del año pasado, Ishii había anunciado su decisión de "visitar" a cada uno de los jefes comunales que "traicionaron a Néstor Kirchner", y afirmó que si bien "no se tenían que "suicidar, por lo menos hubieran avisado lo que iban a hacer", en este caso jugar a favor de De Narváez.
"Un año y medio atrás hacían cola para pedir la boleta de Kirchner, pero después, en esta elección, han buscado la conveniencia de las intendencias sin preocuparle la conducción del partido", atacó en ese momento Ishii.
Ayer, rodeado de seguidores que lo aplaudían, Ishii dijo que volvía "para ponerse al frente en esta lucha" y "para trabajar por los vecinos de José C. Paz". Salpicado por las denuncias de haber repartido entre amigos y políticos de su sector decenas de casas de los planes de vivienda del municipio, Ishii desafió a Clarín y la prensa crítica en general, diciendo que volvía "para que sigan persiguiéndome". "No me importa", desafió, porque "todo se hizo en regla". El tema de las casas mereció incluso una denuncia penal desde la Coalición Cívica, presentada hace unos días por el diputado Sebastián Cinquerrui. El dato llamativo es que nadie del gobierno nacional acompañó ayer a Ishii en su reasunción, y tampoco hubo en el escenario del acto fotos ni de Nestor ni de Cristina Kirchner.