POLITICA
el rol del ex presidente

Macri regresó como líder del PRO y arma agenda en el exterior

La semana próxima participará de la mesa nacional de Cambiemos. Luego viajará a Guatemala para dar una charla y en marzo asumirá en la Fundación FIFA, en Suiza.

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Mesa. El ex mandatario encabezó el jueves en sus nuevas oficinas la mesa chica del PRO. | twitter

Un día se volvió a vestir de jefe político. El ex presidente Mauricio Macri confirmó esta semana que sigue siendo el líder del PRO y hasta se sentó en la cabecera de la mesa en una reunión con sus principales espadas en las oficinas que tiene en Avenida del Libertador, a pocas cuadras de la quinta de Olivos. Es más: la semana que viene participará, por primera vez desde que se fue de la Casa Rosada, de la mesa nacional de Cambiemos.

Mientras diagrama su primer viaje a Suiza para marzo, para asumir formalmente en su nuevo cargo al frente de la Fundación FIFA, Macri ya tiene en agenda un viaje a Guatemala en su flamante rol como conferencista. Además, su equipo está terminando de cerrar otros viajes bajo el mismo formato: charlas en universidades del exterior.

En el entorno del ex jefe de Estado afirman que, en muchos países, “su figura es vista como la contracara del populismo” y que hay interés en escucharlo. Además, cosechó relaciones personales con líderes del mundo a quienes podría visitar este año.

Por lo pronto, en lo doméstico, arma reuniones de manera directa o, a lo sumo, le pide a Anita Moschini, su histórica secretaria, que convoque dirigentes de todo tipo y color. De radicales a macristas.

El martes a la tarde recibió a su primo, el intendente de Vicente López, Jorge Macri. Allí hablaron de los roles en el frente opositor y dialogaron también de cómo sostener unido Cambiemos como una prioridad. Antes había estado, también a solas, con Diego Valenzuela (Tres de Febrero), quien se sacó una selfie en la oficina del ex jefe de Estado.

El jueves se sentó a la cabecera de la cumbre de dirigentes propios. Patricia Bullrich, la presidenta del PRO, llevó una agenda de cuestiones y fue acompañada por el senador Humberto Schiavoni, a quien relevó en la presidencia del partido. También estaban María Eugenia Vidal –a quien no veía desde diciembre–, Horacio Rodríguez Larreta (con quien almorzó a solas la semana anterior) y el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo. A ellos se sumó Miguel Pichetto, el ex candidato a vicepresidente, quien tiene su propio despacho, desde estos días, en las oficinas que alquila Macri. Pichetto es uno de sus interlocutores predilectos. Aunque el nuevo despacho del histórico senador peronista es más pequeño que el que ocupa Fernando de Andreis, el ex secretario general de la Presidencia y uno de los hombres que siempre mantuvieron un acceso irrestricto al ex mandatario.

Agenda. Hoy Macri tenía agendado un compromiso personal: el casamiento de la hija de su íntimo amigo, Nicolás Caputo.

Por otro lado, su mente también está puesta en el mundo del fútbol. “Superó mis expectativas este lugar que voy a ocupar, es más grande de lo que imaginaba”, les dijo a sus interlocutores en los últimos días. Para el círculo más cercano del ex jefe de Estado, el cargo en la FIFA fue una suerte de “reivindicación” para él. Por ello, viajará a Zurich, a la sede central del organismo que maneja su amigo –y quien lo acercó a la Fundación–, Gianni Infantino. Pero no será este mes.

En lo que refiere al PRO nacional, Macri fue clave para el cierre de listas y colocó a varios de los vocales, además de Bullrich como titular. Pero no está exento de tensiones. En estos días, como vocal, De Andreis debía ir a una reunión en la sede partidaria de la calle Balcarce. Como no llegaba, envió a Jechu Acevedo, ex subsecretario general de la Presidencia y su asesor durante largos años. Cuando Acevedo llegó al encuentro, Bullrich lo frenó: “¿Qué cargo tenés en el partido? No podés reemplazar a De Andreis”. Lo terminó echando.

El interbloque de Cambiemos hará un retiro para limar asperezas

En medio de discrepancias internas, y con la intención de que no haya más fisuras, el interbloque de diputados de Cambiemos prepara un retiro propio de un día. Será el lunes 9 de marzo en la Usina del Arte y participarán los 116 legisladores nacionales de la Cámara baja, en la primera reunión conjunta del PRO, la UCR y la Coalición Cívica del Congreso.

A la vez, antes de ello, el miércoles próximo, la mesa nacional de Cambiemos (con los presidentes de bloque y líderes parlamentarios) se reunirá con Mauricio Macri, en la primera foto del ex presidente con el titular de la UCR, el diputado Alfredo Cornejo, y los líderes del interbloque, el radical Mario Negri y Maximiliano Ferraro de la Coalición Cívica, más Cristian Ritondo, jefe del PRO, y Luis Naidenoff, senador radical. Sería un desayuno: en el Congreso se convocó a una reunión de las comisiones de Presupuesto y de Previsión Social a las once de la mañana para tratar la ley vinculada a la jubilación de los jueces.

El bloque de Diputados no pasa su mejor momento: las tensiones internas –por caso el cierre de las listas del PRO que terminó con Juan Aicega dejando el chat de WhatsApp con críticas– se vienen haciendo visibles. En particular, un grupo de unos 12 diputados se viene quejando del esquema centralizado de decisiones. Uno de los que vienen reclamando a viva voz un cambio es Sebastián García de Luca, ex el viceministro político del Interior, quien en una entrevista con PERFIL planteó que “hay que cambiar el paradigma de construcción de Cambiemos” y amplió: “(Hay que) ser considerados con quienes no venimos ni del PRO ni de la UCR ni de la CC. Este planteo sirve no solo para contener sino para ser puentes para quienes quieren acercarse”.

En ese marco, el encuentro, que se extenderá desde las 10 a las 18 aproximadamente, intentará ser una jornada de trabajo. Ritondo –quien ya armó su núcleo duro de diputados vidalistas con María Luján Rey y Mercedes Joury más el larretista-peronista Alvaro González– había pensado, primero, en organizarlo en La Plata pero finalmente optó por la Ciudad de Buenos Aires.

La reunión dejará lejos los retiros espirituales, donde las noches terminaban con alcohol y, en una ocasión, un ex ministro bonaerense que hoy trabaja en el partido PRO dejó un asado totalmente borracho y terminó debajo del agua de la ducha para intentar reanimarlo.