El sepelio de los restos del cabo Carlos De Antueno, asesinado ayer por un delincuente en esta capital, se transformó hoy en el escenario de un nuevo enfrentamiento entre el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y el Gobierno nacional, que a través de la Policía Federal replicó críticas vertidas por el mandatario local.
"Esto hay que tomarlo en serio, no podemos seguir teniendo policías tan mal equipados, con falta de entrenamiento, con falta de apoyo de la Justicia (...), si no trabajamos en serio vamos a perder definitivamente la libertad", disparó Macri en el cementerio de la Chacarita.
"El señor ministro (de Justicia) Aníbal Fernández no comparte para nada los términos vertidos por el jefe de Gobierno porteño, que hace instantes estuvo acá utilizando este lugar tan especial (...), y la Policía Federal no comparte de ninguna manera" esas críticas sobre la presunta situación de los policías, rebatió el comisario mayor Daniel Segundo Rodríguez, jefe de la Dirección General de Medios de Comunicación de la Policía Federal.
Macri habló con la prensa durante el sepelio y Rodríguez le respondió desde el cementerio, tras la ceremonia. En tanto, el jefe de la Policía Federal, comisario general Néstor Vallecca, y el secretario de Seguridad Interior, Néstor Masquelet, también reivindicaron al cabo y a la fuerza.
"La Policía Federal no comparte de ninguna manera sus términos, ya que se ha referido a la falta de entrenamiento. Para ello, el señor jefe de gobierno debería concurrir a nuestros institutos para poder comprobar en forma personal de qué se trata", desafió Rodríguez. Advirtió que "tampoco compartimos la falta de equipamiento, ya que a esta altura del siglo XXI tenemos el mejor equipamiento de la historia de la policía".
"Y con respecto al apoyo, sería importante que el Gobierno de la Ciudad también apoye al esfuerzo que la Policía Federal le está brindando para la seguridad de todos los ciudadanos de la Capital", reclamó el oficial.
También señaló con ironía hacia Macri: "Estamos mal, apesadumbrados, pero estamos cada uno de los hombres y mujeres de la Policía Federal en la calle, cumpliendo nuestra misión, aunque el jefe de Gobierno porteño no se dé cuenta". E insistió Rodríguez: "Son términos inapropiados que se pueden poner de manifiesto en otra situación y en otro lugar".
"A pesar de los términos del jefe de Gobierno, de ninguna manera se va a eclipsar el haber dado su vida para la seguridad de la sociedad", concluyó, reivindicando a De Antueno.
En tanto, Vallecca reclamó que "no sea en vano la sangre del policía que cae en el deber". "El personal policial, cuando abraza a esta profesión, asume los riesgos que ello implica (...) Nosotros no santificamos esta profesión para morir; queremos la vida (...), pero es el riesgo de nuestra profesión", sostuvo.
También destacó que "estamos trabajando permanentemente, codo a codo con la provincia de Buenos Aires y con todas las instituciones de las provincias. Es un esfuerzo denodado". Y alertó que "no pongamos el carro delante del caballo; no pongamos que esto es un problema netamente de la policía (combatir el delito). Hay muchos factores y una de las instituciones que más está en crisis es la familia".
El suegro de De Antueno advirtió por su lado que "cuando la policía actúa son 'gatillo fácil', pero 'gatillo fácil' son los asesinos, los delincuentes". Y espetó: "Qué pasa con los asesinos que matan a mansalva a los buenos, a los inocentes".
En tanto, la viuda del agente muerto, junto a su hijo de 9 años, destacó que "todas las veces que (su marido) persiguió a ladrones le había salido bien, nadie se entera de esos héroes cuando sale bien, se enteran cuando pierde, como ahora". "Hay mucha policía honesta y con vocación; muchos policías que trabajan para cuidarnos y dan su vida por la gente", dijo.