Hebe de Bonafini, acompañada por varias integrantes de la Asociación Madres Plaza de Mayo, levantaron la huelga de hambre que amenazaban llevar adelante en la Catedral Metropolitana, luego de que el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, ordenara liberar los fondos enviados por la Nación a la entidad de Bonafini, destinados a la construcción de viviendas en la zona sur de la ciudad de Buenos Aires.
"Nuestro compromiso es con ustedes pero también con nuestros hijos", les mandó a decir Bonafini a los obreros de su emprendimiento cuando anunció la solución al conflicto. Este mediodía, una delegación de Madres había iniciado una protesta porque, decían "Macri retuvo dinero que el Gobierno Nacional depositó para el pago de sueldos y compra de materiales para la continuar las obras (...) que llevamos adelante en barrios del sudoeste de la Ciudad".
"Tomamos la Catedral para exigirle al gobierno porteño que libere los fondos para el pago de salarios y compra de materiales para la construcción de las casas en los barrios", confirmó al rato Bonafini en diálogo con la prensa. Las Madres amenazaban realizar en el templo "un ayuno en solidaridad" con los más de 1.300 trabajadores en paro de las Villas 15, 19, 20, Barrio Obrero, Bermejo, Piletones y Núcleo Habitacional Transitorio, lugares donde la organización construye viviendas.
La semana pasada los trabajadores de los obradores protestaron frente a la sede del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) para exigir la inmediata restitución del dinero que estaba destinado al pago de sus salarios de la primera quincena de enero, proveedores y compra de materiales para continuar con la construcción de las viviendas que encaran las Madres desde hace un año y medio.
El conflicto surgió después de que la administración Macri retuviera 3.400.000 pesos que el Gobierno nacional destina habitualmente a las Madres de Plaza de Mayo para sus proyectos de infraestructura.
La pulseada, con marcado perfil ideológico, de Bonafini con Macri no es nueva, todo lo contrario, reúne numerosos antecedentes. Los más recientes fueron el apoyo que la dirigente hizo público a los empleados que el electo jefe de gobierno intentaba despedir acusándolos de "ñoquis".
Y hace apenas 48 horas redobló las críticas, tildando al líder del PRO de "ser un racista con principios capitalistas".
Fuente: DyN