La hora de la muerte de Alberto Nisman, según el informe de los peritos designados por la querella, además de contradecir la investigación que viene realizando la fiscal Viviana Fein, vuelve a poner en escena la figura del único imputado en la causa, Diego Lagomarsino. Según las nuevas pericias, el fiscal a cargo de la UFI-AMIA murió alrededor de las 20 del sábado 17 de enero (con un margen de error de más menos cuatro horas) y no el domingo cerca del mediodía. Es decir, el hecho se habría producido instantes después de la visita de Lagomarsino al piso 13 de la torre Le Parc, y su situación pasaría a depender de lo que defina el cotejo de las pericias y la junta médica que podría convocar Fein.
En las últimas semanas la defensa de Lagomarsino acercó a la fiscalía de Viviana Fein una serie de pruebas tendientes a despegar al ex colaborador de Nisman de una supuesta acusación de homicidio. Entre ellas, su paso por el peaje de la AU Illia –el sábado al anochecer–, las llegadas y salidas del edificio donde él vive –en imágenes de las cámaras de seguridad– y el ingreso a un barrio privado de Pilar el domingo 18 de enero, adonde había ido a comer un asado. Pero esos ya no serían motivos suficientes para espantar fantasmas sobre lo ocurrido el sábado por la noche, coincidieron fuentes judiciales. De quedar firmes los datos aportados por la querella, el experto informático debería reunir nuevas evidencias para despegarse de las sospechas, agregaron.
Ante esta situación, rápido de reflejos, su abogado, Maximiliano Rusconi, relativizó ayer una complicación en la situación procesal de Lagomarsino y salió al cruce de Sandra Arroyo Salgado y del informe que la jueza de San Isidro presentó el jueves en conferencia de prensa. “Si convierten a Lagomarsino en un perejil, sería una mala noticia para el país”, expresó ayer Rusconi en diálogo con una radio. Y agregó que “no puede haber investigaciones paralelas, hay una sola investigación, que es la oficial, donde hay una fiscal y una jueza trabajando”, remarcó.
Fuentes cercanas a la causa habían confirmado a PERFIL –antes de que la querella presentara sus pericias– que no había elementos consistentes para ampliar la imputación contra Lagomarsino. Sin embargo, la situación podría cambiar si se constituyeran como certeros los estudios aportados por Arroyo Salgado.
Lagomarsino contó que aquel sábado había estado en Le Parc cerca de las 15.30 y que luego volvió alrededor de las 20 con el arma que el fiscal le había pedido. Sus huellas no fueron halladas en el arma que le dio muerte a Nisman, pese a que, según contó su abogado, Lagomarsino le explicó cómo funcionaba y los problemas que tenía la Bersa calibre 22.
“Debe estar preocupado”
El informe con las pericias que presentó Sandra Arroyo Salgado motivó al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, a inaugurar una nueva arremetida oficial contra el técnico informático Diego Lagomarsino. En declaraciones radiales, Fernández sentenció: “La defensa de Lagomarsino debe estar muy preocupada”. Sobre las revelaciones de las pericias de Arroyo Salgado, el funcionario dijo que la “coincidencia que encontré –entre el informe oficial y el de la querella– es que para los peritos la pistola que da muerte al fiscal Nisman es la provista por Lagomarsino”. Fernández explicó además que la autopsia que realizó el cuerpo de forenses de la Corte Suprema “se hizo con la presencia del decano de ese cuerpo”, que según explicó, es alguien de mayor jerarquía y de mayor prestigio”.