Más golpes extranjeros contra Cristina Kirchner: ahora el Financial Times critica su trato a la prensa

El número de medio líderes a nivel mundial que critican al Gobierno argentino no para de crecer. A las duras notas aparecidas en las últimas semanas en The Economist (que hizo dos) , The New York Times y el Wall Street Journal (aunque este último caso por medio un carta de lectores) ahora se le suma el Financial Times, donde hacer pocas horas salió publicada una critica que no apunta al modelo económico sino al trato (o maltrato) dispensado por la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner a los medios argentinos.

El artículo, escrito por la corresponsal del diario en Buenos Aires, Jude Webber, arranca sin anestesia: “Sea cual sea la crisis en los últimos tiempos (el conflicto del campo o las ásperas peleas inflacionarias o por las estadísticas de pobreza) la Presidenta Cristina Fernández ha sabido a quién culpar: los medios”.

El Financial Times parece dejar en claro que no peca de ingenuo y remarca que no es extraño que las relaciones de un Gobierno con el periodismo sean complicadas cuando la imagen de un mandatario (o una mandataria) está en picada. Lo que sí es poco usual, dice el artículo, es “la ferocidad demostrada por el Gobierno, sobre todo contra Clarín y su canal de noticias, TN”. El artículo hacer referencia a las campañas de “ Clarín miente” y “Todo Negativo” .

El diario británico, uno de los pocos del mundo desarrollado que ha visto crecer sus ventas de forma sostenida en los últimos años mientras la mayoría de los diarios en los más países más ricos batallan contra la pérdida de lectores, reconoce que en Argentina existen grupos mediáticos poderosos que no son siempre imparciales. Pero, dice Webber, los problemas políticos de Fernández de Kirchner parecen ser cada vez más auto-infligidos.

La nota también remarca que en ninguna de las dos presidencias kirchneristas ha habido reuniones de Gabinete, ni conferencias de prensa y que el vocero (Miguel Nuñez, a quien no nombra) nunca habla. La corresponsal parece asombrada al comentar que nadie en el Gobierno quiso dar a conocer una versión oficial para el artículo (la práctica de escuchar ambas campanas es casi un obligación ineludible en el mundo periodístico anglo-sajón).