Al menos 100.000 manifestantes protestaron hoy en Atenas y Salónica, segunda mayor ciudad de Grecia, contra las medidas de austeridad y ajustes que la Unión Europea pretende que sean aprobadas esta noche por el Congreso helénico.
Aproximadamente 80.000 personas desfilaron en la plaza Syntagma de Atenas, frente a la Cámara de diputados, en donde se registraron los mayores incidentes. El local de un banco, dos cines y varios negocios fueron incendiados cerca de la universidad. Las llamas se extendieron a los primeros pisos de los edificios mientras los bomberos intentaban dominar el fuego.
Fuentes del ministerio de Salud informaron que seis personas resultaron heridas en los choques entre policía y manifestantes. Los primeros incidentes de registraron cuando un grupo de manifestantes ejerció presión para romper el cordón policial dispuesto en torno a la Asamblea Nacional, y la policía replicó de inmediato lanzando gases lacrimógenos, según las imágenes difundidas por el portal Zugla, informó la agencia AFP.
El plan de ajuste. En el interior del Parlamento, custodiado en el exterior por unos 3.000 policías, el debate político se desarrollaba con incidentes frecuentes entre las filas gubernamentales y los de la oposición de izquierdas.
"Antes del domingo por la noche, el Parlamento debe haber adoptado" el nuevo programa de austeridad dictado por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que el país "pueda recibir el visto bueno del Eurogrupo, eventualmente el miércoles" al desbloqueo del segundo plan de rescate, advirtió el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, al iniciar la sesión.
"Si esto no se produce (...) antes del 17 de febrero no podremos lanzar oficialmente la operación de cambio de títulos" para borrar 100.000 millones de deuda griega. "Y no podremos proceder al intercambio a tiempo, hasta el 5 de marzo, para solucionar el problema del reembolso de las obligaciones que llegan a término entre el 14 y el 20 de marzo" por un monto de 14.500 millones de euros, insistió.
"Si esto no ocurre, el país quebrará", amenazó. "Esto significará un país sin sistema bancario", comenzó a relatar con voz tensa antes de ser interrumpido por los abucheos de la oposición comunista, a la que el ministro acusó de llevar al país a la "catástrofe".