POLITICA

Militantes reciben a Putin con besos y marchas contra sus políticas anti-gay

En el país del matrimonio igualitario, dos manifestaciones repudian la visita del presidente de Rusia por la represión contra la homosexualidad en su país

Para mañana, un grupo de militantes organiza una bicicleteada para pedirle a Putin que "termine con las leyes de su gobierno que persiguen a las minorías sexuales".
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La invasión a la península de Crimea no es el único punto que le critican al presidente de Rusia, Vladimir Putin. El exagente de la KGB también es repudiado por las políticas anti-diversidad que afectan a los homosexuales, bisexuales, lesbianas y trans en su país.

Por eso, la visita del mandatario a la Argentina, para reunirse con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, es repudiada por varias organizaciones de nuestro país, desde el colectivo LGBT hasta los Varones Antipatriarcales.

Estos últimos organizaron una "Besada En Público en Repudio a Putin", frente a la embajada rusa en Buenos Aires. "Burócrata y homo-lesbo-trans-fóbico, acá no sos bienvenido", rezaban las imágenes del evento ocurrido ayer en el barrio porteño de Recoleta.

Para mañana, otro grupo de militantes organiza una bicicleteada -aunque también se puede participar a pie- para "pedirle al presidente Putin" que "termine con las leyes de su gobierno que persiguen a las minorías sexuales y con la represión policial. IGUALDAD para todas las familias de RUSIA YA!!!"

Desde el fin de la Unión Soviética, algunas leyes contra la homosexualidad fueron eliminadas en Rusia: en 1993, se despenalizaron los actos consensuados entre adultos homosexuales, cuatro años después se permitió el cambio de sexo y en 1999 se desclasificó a la homosexualidad como enfermedad mental.

Pero aún no hay ninguna ley contra la discriminación, por lo cual las personas no-heterosexuales aún pueden ser discriminadas en sus puestos de trabajo, y no se reconocen a las parejas del mismo sexo, ni siquiera con unión civil. Además, Putin promovió leyes que impiden las manifestaciones públicas como la marcha del orgullo, lo cual generó un gran repudio internacional.