Marcos Peña se cobró una nueva victoria personal en el armado de poder de Cambiemos. Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, dejará su cargo en 2019 cuando termine su su gestión dentro del cuerpo legislativo. De esta manera, no buscará renovar el lugar al que fue designado en 2015, después de ser uno de los armadores clave de la elección que ganó Mauricio Macri.
A casi tres años de esa gesta, y después de ocupar un rol clave para el oficialismo en el Congreso, el peso político del legisladora la hora de tomar decisiones por el rumbo de gestión y electoral fue perdiendo lugar dentro de la mesa chica del PRO.
La reunión de Monzó con Macri, en la que se acordó su salida, fue hace 60 días y se mantuvo bajo total hermetismo, según confiaron fuentes oficiales a Perfil. Circuló la versión de podría recaer en la embajada de España, aunque desde el entorno de Ramón Puerta, que ocupa ese lugar, negaron tener información.
Alejado. Monzó, proveniente del peronismo, comenzó con poder dentro de Cambiemos, aunque lo fue perdiendo de a cuenta gotas hasta llegar a un presente alejado de la mesa chica. Su intención, abierta y declarada, de reclutar dirigentes peronistas para Cambiemos, lo fue alejando cada vez más de los PRO puros que rodean al Presidente: el propio jefe de Gabinete, María Eugenia Vidal y Duran Barba.
Su pasado en la política abarcó numerosos espacios ideológicos, desde la UceDé en los '80 hasta el peronismo. Antes de recaer en Cambiemos trabajó con Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. Las críticas hacia adentro del gobierno no cayeron para nada bien en algunas ocasiones. En 2016 exigió abrir Cambiemos al peronismo, lo que fue rechazado por Vidal y por Peña.
Luego criticó el constante marketing político de Duran Barba, lo que también le valió una fuerte critica dentro del PRO. Inclusive en 2017 buscó, sin éxito, juntar dirigentes de peso dentro de la alianza gobernante para tener contacto directo con Macri y así evitar el filtro de Peña. Pero el resultado fue negativo.
Monzó se suma así a la larga lista de dirigentes que terminaron fuera del gobierno por diferencias con la conducción de Jefatura de Gabinete, como Alfonso Prat-Gay, exministro de Hacienda, y Carlos Melconián, extitular del Banco Nación.