El Congreso cerró ayer el período de prórroga de sesiones ordinarias en el que no se logró sancionar ninguna ley por el alto nivel de conflictividad entre el oficialismo y la oposición.
Es por eso que el Ejecutivo ya anticipó que tiene entre sus planes la convocatoria a sesiones extraordinarias que, según se estima, serán a partir del 1º de febrero.
Así lo confirmó el propio presidente Alberto Fernández, quien precisó que en el posible temario de tratamiento parlamentario figurará la prórroga de la moratoria previsional y la reconfiguración del Presupuesto 2023, a partir del fallo de la Corte Suprema que ordenó a Nación devolver dinero a la Ciudad de Buenos Aires en concepto de coparticipación.
Estos dos asuntos se suman al pedido que viene realizando el ministro de Economía Sergio Massa para que el Congreso trate a la brevedad el blanqueo de capitales que se desprende del acuerdo que selló con los Estados Unidos para el intercambio de información fiscal.
En simultáneo, se buscará aprobar el proyecto pedido por el FMI para prevenir el lavado de activos, que ya tiene dictamen de comisión y que espera el momento oportuno para ser llevado al recinto.
La diputada del Interbloque Federal Graciela Camaño se hizo eco de la posibilidad de sesionar antes del 1º de marzo y envió un recordatorio: “Teóricamente, Alberto Fernández convocaría a extraordinarias. Espero que su agenda contenga por lo menos UN tema ambiental. Sin dudas, humedales es la gran deuda”, opinó en redes sociales.
Precisamente, la decisión del oficialismo de no incluir temas de interés de la oposición en la última sesión del 21 de diciembre fue lo que complicó alcanzar el quórum y avanzar con el debate.
En igual sentido se pronunció uno de los propios, el referente del Evita Leonardo Grosso. “Me sumo al último jueves por los humedales del año para pedirle a nuestro gobierno que incluya dentro del temario de las sesiones extraordinarias la tan necesaria Ley de Humedales”, dijo.
