La CGT reunió ayer a su "mesa chica" donde los referentes de los grandes gremios, "gordos" e "independientes", enfriaron un llamado a un paro general que piden los sectores cercanos al moyanismo.
La reunión se realizó en la sede porteña del sindicato de estatales de UPCN, en la que los sectores más moderados de la central lograron imponer su postura de poner paños fríos y evitar una inmediata convocatoria a una huelga nacional para antes del inicio del Mundial de Fútbol, como promueven los sindicalistas cegetistas más opositores al Gobierno.
En ese marco, se resolvió iniciar desde este martes reuniones con gobernadores y senadores de los distintos partidos políticos para analizar la situación del país, luego del sismo que significó la corrida cambiaria que subió la cotización del dólar.
Tras esos encuentros, los integrantes de la CGT harán una reunión del Consejo Directivo el miércoles 30 de este mes en la que evaluarán lo charlado con senadores y mandatarios provinciales. Precisamente, gobernadores y sindicalistas, además de empresarios, serían convocados por el Gobierno de Mauricio Macri para sentarse en una mesa en la que se abordará "un gran acuerdo nacional".
"Es tiempo de diálogo y no de paro", es el pensamiento que comparten "gordos" e "independientes" ante la complicada situación económica que vive el país, por lo cual hasta el momento no ven con buenos ojos ir hacia una huelga que incremente la conflictividad social.
En este contexto, la CGT mantiene un cronograma electoral para designar las nuevas autoridades que sucedan al actual triunvirato, lo cual está previsto para el 22 de agosto.
Desde hace meses, "gordos" (Comercio, Sanidad, Alimentación) e "independientes" (UOCRA, UPCN, Obras Sanitarias) vienen impulsando un proceso electoral -con apoyo del MASA y las 62 Organizaciones Peronistas- que consagraría a Héctor Daer como secretario general, pero en los últimos días Pablo Moyano anunció que daría pelea con una lista propia, más "combativa", en alianza con el bancario Sergio Palazzo.