En las próximas dos semanas habrá una verdadera maratón de manifestaciones con reclamos de sindicatos y organizaciones sociales y políticas. En paralelo a la creciente conflictividad en las calles, aumentan los reclamos y las gestiones para que se llame a una huelga general antes del inicio del Mundial, el próximo 14 de junio.
Diversos polos han activado o potenciado sus planes para multiplicar las acciones de protesta. La alianza forjada entre las CTA, la Corriente Federal, Camioneros y otros sectores, que se cristalizó en la marcha del 21 de febrero en la 9 de Julio, prepara para el próximo miércoles 25 de mayo una marcha que anuncian como multitudinaria bajo la consigna “La patria está en peligro”. La movilización fue acordada este miércoles, durante una reunión en la seccional Capital de ATE.
En la previa de esta marcha, dos sectores activarán protestas con movilización y cortes. El lunes 23, la Ctera y otros gremios docentes realizarán una Marcha Federal Educativa, donde también confluirán los aliados del 21F, según acordaron esta semana durante una reunión. La protesta de los educadores coincide con un recrudecimiento del conflicto paritario en la provincia de Buenos Aires, donde el nuevo panorama económico ensanchó aún más la grieta que separa el reclamo.
El martes habrá un paro de la Federación Portuaria (Fempinra) que dirige Juan Carlos Schmid, integrante del triunvirato de conducción de la CGT. La agrupación de gremios portuarios y de la industria naval anunció la medida, que también incluirá una movilización, este viernes. El duro comunicado solicitó a la CGT que “convoque a un paro general”.
Presión para un paro general. La presión de los portuarios se suma a las gestiones de Camioneros y sus aliados del 21F para presionar para que se organice una medida de fuerza nacional que paralice la actividad en todo el país. El objetivo es que se realice en los primeros días de junio, antes de que empiece el Mundial de Rusia 2018. Los dirigentes son conscientes de que corren contra reloj, porque muchos sectores aún se resisten a la idea de ir a un paro.
Diversas fuentes gremiales confirmaron activas gestiones del Ejecutivo para evitar que la CGT active otra medida de fuerza. Quien comanda estas gestiones es el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien contactó a diversos sectores negociadores de la central. Desde estos gremios confirmaron también que no hay aún un consenso para elevar la tensión gremial con una paralización de las actividades.
El panorama de protestas se completa con la Marcha Federal que organiza el Triunvirato de San Cayetano, el frente de movimientos sociales que integran la CTEP, Barrios de Pie y la CCC, a los que se han sumado otras organizaciones, como el Frente Darío Santillán. Será una movilización nacional, que se iniciará el 28 de mayo en Salta y La Rioja, entre otros puntos del país, con misas que marcarán el acompañamiento de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
La marcha concluirá con un gran acto en la Plaza Congreso el 1º de junio, con columnas que realizarán una vigilia en Puente Pueyrredón y el santuario de San Cayetano en Liniers. La consigna que llevarán es “Pan y trabajo, es tiempo de unirnos”, habrá artistas populares invitados y se presentarán cuatro proyectos de ley que incluyen aumentos en los planes de infraestructura social, mejora en la asistencia alimentaria y la declaración de una emergencia nacional por la drogodependencia, un punto incluido a petición de los obispos de la CEA.
Un año récord de piquetes. Esta serie de protestas llegará tras una semana cargada de cortes, como el que realizó el Polo Obrero junto a organizaciones aliadas el último miércoles, que incluyó la interrupción del tránsito en la Autopista 25 de Mayo, una escalada respecto de las acciones que se venían realizando hasta ahora. Las numerosas protestas, que también surgen por conflictos fabriles puntuales, como los despidos en Cargill y la situación de la fábrica Cresta Roja, llevaron a un año récord de protestas.
En abril hubo 551 piquetes, completando un cuatrimestre en el que se contabilizaron 1.784 cortes. Esto comporta un salto de cerca de 400 piquetes en relación con 2017 y el más alto desde 2009, según el relevamiento de la consultora Diagnóstico Político.
