A tres meses de su renuncia al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, vive asustada. Las amenazas en su contra por su rol de denunciante en la investigación de la "mafia de los medicamentos" todavía la persiguen y las operaciones en su contra están a la orden del día, asegura. " Hay mucha gente preocupada por mi vida, que está investigándome y que tiene actitudes que son intimidantes", afirmó a Perfil.com.
"Tampoco quiero darle importancia porque la verdad es que lo que busca esa gente es justamente asustarme", completó la 'Hormiguita', quien manifestó que los que la amenazan "no van a poder zafar de que el juez siga investigando". En ese sentido, destacó la tarea que está desarrollando el Juez Norberto Oyarbide. "Me parece muy interesante la investigación y la seriedad con la que él y su equipo están trabajando".
Para Ocaña, hay tres objetivos básicos que la labor del juez debe cumplir: primero, la fabricación de documentación sobre el pago de reintegros de tratamientos que nunca habían sido dado por las obras sociales; segundo, todo lo que hace a la falsificación de medicamentos; y tercero, cómo todo ese dinero originado en esos ilícitos se blanquea y vuelve al mercado.
Sindicalismo, operaciones y futuro laboral. ¿Hasta qué punto llegan los vínculos entre el sindicalismo y la "mafia de los medicamentos"? Eso es algo que la ex funcionaria prefiere responder con una evasiva: "Deberá resolverlo la Justicia; lo que yo esperaba, como muchos argentinos, era que la dirigencia sindical se pusiera a la cabeza de la investigación y trabajara en separar a aquellos dirigentes que utilizaron los dineros que todos los trabajadores aportan para la salud por un propósito unipersonal", se lamentó, al tiempo que reclamó que "separe o no compre a toda estas droguerías involucradas".
Por sus aportes a la causa, señala que no sólo hace que reciba amenazas, también crean operaciones para perjudicarla. Hace poco circuló por varias redacciones una que la quiso vincular con una contratación de $9.987.000 con la Droguería San Javier, durante su gestión en el PAMI. San Javier es propiedad de Néstor Lorenzo, bautizado por Ocaña como el "Yabrán de los Medicamentos". Sin embargo, saltaba a simple vista que esa resolución, la Nº 606 del 26 de agosto de 2004, era sólo una preselección, otorgada a San Javier por ser la oferta de menor precio. Cerca de la ex ministra señalan: "San Javier intentó ingresar al PAMI pero nunca se lo permitimos".
Así las cosas, la 'Hormiguita' sigue buscando trabajo ("He tenido ofrecimientos que estoy analizando", contó) y deposita todas sus energías en construir una asociación civil que pueda trabajar en distintos ámbitos de políticas de Estado y en política de transparencia. "Presentamos hace unos 60 días toda la documentación y estamos esperando la autorización", señaló a Perfil.com.
-¿En 2011, tiene pensado volver a la política como candidata?
-La verdad es que yo, en este momento, estoy atravesando un duelo, porque cuando uno pone tanta energía y tanto compromiso en trabajar para cambiar algunas cosas que no salen como uno espera, realmente siento una sensación difícil de transmitir. Estoy haciendo un poco el duelo de toda esa energía y quiero recuperar mi vida personal que durante varios años abandoné. No pienso en volver a la política.
(*) redactor de Perfil.com