Los países que no firmen un acuerdo de inmunidad con Odebrecht “van a tener que desarrollar sus propios casos, con sus propios mecanismos de investigación y eventualmente pueden ser exitosos”, aseguró el juez Sergio Moro al colectivo periodístico Investiga Lava Jato, que integra PERFIL.
El magistrado del mayor caso de corrupción de la región fijó su posición sobre el futuro de la investigación en la Argentina: los jueces deberán probar ellos mismos el pago de sobornos a funcionarios argentinos y, si quieren obtener los testimonios de los delatores, no podrán sortear la exigencia de Brasil de firmar un acuerdo de inmunidad con Odebrecht. Si no hay acuerdo, no hay pruebas.
Como la legislación argentina no contempla la posibilidad de ese tipo de acuerdos, los jueces están renunciando a la idea de que Brasil colaborará con sus investigaciones y viajaron a Washington buscando un camino alternativo. Lo que está en juego son las pruebas del pago de coimas por al menos US$ 35 millones a funcionarios argentinos entre 2008 y 2014.
Moro aceptó recibir al equipo de Investiga Lava Jato en Curitiba, sede de su juzgado, y contestar dos preguntas por cada país involucrado en su investigación. PERFIL presenta en esta edición un adelanto de la entrevista completa, que podrá leerse en Perfil.com.
—En Argentina la legislación no permite hacer un acuerdo con Odebrecht ni cumplir con la exigencias de Brasil a la hora de la colaboración eficaz. Cada vez que la Justicia argentina pide pruebas a Brasil, le responden con un pedido de acuerdo de inmunidad para los delatores. En los casos como Argentina, en los que los jueces y fiscales no pueden firmar estos acuerdos, ¿cuál es la alternativa que queda para poder obtener pruebas del pago de sobornos?
—No conozco la legislación argentina, pero vamos a usar un ejemplo muy prosaico: una documentación de cuenta bancaria en Suiza que recibió dinero de tráfico de drogas o de corrupción. Normalmente, cuando estas pruebas se comparten, las autoridades suizas plantean una condición. Por ejemplo, es para utilizar en procesos que involucran tráfico de drogas o corrupción. No puede usarse para procesos tributarios, porque Suiza no coopera, por regla general, en casos de evasión fiscal. Por lo tanto, es muy común en la cooperación jurídica internacional que el país que coopera, que proporciona la prueba, coloque condiciones. Es muy normal que las autoridades que reciben esta prueba acepten estas condiciones. Pueden incluso no estar de acuerdo, pero eso es corriente. Ahora, no aceptando esta condición, los países van a tener que desarrollar sus propios casos, con sus propios mecanismos de investigación, y eventualmente pueden ser exitosos. No sé exactamente qué pasó en Argentina, pero que un país establezca condiciones no es algo inusual en la cooperación internacional.
FOLHA: En el Lava Jato hay más de 150 acuerdos de delación premiada y muchos de los colaboradores quedarán presos por dos o tres años. En poco tiempo, parte de ellos va a volver a las calles. Cuando esto suceda, no puede significar, en un futuro próximo, una sensación de impunidad, de que el crimen compensa?
—La colaboración de los delincuentes viene con un precio: no colaboran sino por la obtención de beneficios. Esto forma parte de la naturaleza de la colaboración. Mucha gente no tiene ningún acuerdo. Continúa respondiendo a los procesos, algunos fueron condenados, están presos. Estas personas también van a salir de la cárcel un día. Es parte del sistema. Lo que creo que tiene que ser comparado es que, en el pasado, como regla, lo que había era la impunidad. La gente ni siquiera sufría las consecuencias de sus actos criminales. En muchos casos, ni siquiera eran descubiertos. La sensación de impunidad era aún mayor. Aunque la gente tal vez no sabía detalles, tenía una idea de lo que ocurría dentro de los gabinetes de algunos agentes públicos.
F: Pero un acuerdo con un contratista o con un ex director de Petrobras, ¿no sería suficiente para descubrir todo esto?
— Si estuviéramos hablando sólo de un crimen... Pero no es un caso que involucra un crimen, en el que decenas de personas se pusieron de acuerdo. En realidad tenemos decenas y cientos de crímenes. Por eso acabó siendo necesario, a lo largo de las investigaciones, hacer los acuerdos para obtener pruebas e informaciones de diversos esquemas criminales, con más de una persona. Sería diferente si fuera un asalto a un banco, por ejemplo. Lo que sucedió aquí fueron cientos de crímenes, como si fueran cientos de robos a bancos, involucrando muchas veces diferentes pandillas y personas diferentes. No sería una persona que tendría toda la información necesaria.
CONVOCA (Perú):A esa altura de la investigación, es posible decir que la empresa Odebrecht tenía como práctica financiar campañas electorales en Brasil. ¿Eso era una práctica común y parte del esquema de corrupción de las empresas brasileñas, específicamente de Odebrecht?
—Considerando los casos ya juzgados, lo que se puede decir es que hay situaciones en que las contratistas brasileñas hicieron aciertos de corrupción y pagaron propina a agentes políticos mediante donaciones electorales. Esto sucedía tanto con donaciones informales, es decir, ilegales, no registradas, como eventualmente con donaciones legales, o registradas.
F: ¿Cuáles son sus planes de carrera para cuando termine el Lava Jato?
—Esta es una pregunta recurrente, y puedo decir con mucha claridad que no existe ninguna pretensión política. Yo soy un magistrado profesional y voy a continuar en la Justicia.
F: ¿Sería legítimo si alguien ligado a la investigación del Lava Jato quisiera ocupar el vacío político que deja el caso en Brasil?
—Yo hablo por mí. La vida es muy compleja; Las personas hacen sus elecciones y es muy difícil de evaluar, especialmente cuando se habla de abstracto. Yo cuento mi posición.