POLITICA
tras el golpe de estado

Para Macri, es 'falso' el envío de armamento semiletal a Bolivia

Nuevos indicios abonarían la veracidad de la carta del militar al ex embajador argentino. Y los primeros registros de Gendarmería indican una carga superior a la denunciada por La Paz.

20210711_bolivia_golpe_estado_represion_cedoc_g
Sangriento. Tras el golpe de Estado, se consumó una feroz represión con decenas de muertos. | cedoc

Dos días después de estallar la denuncia internacional del gobierno boliviano, el ex presidente Mauricio Macri finalmente se refirió al episodio como parte de una persecución en su contra, rechazó la carta de disculpas a Bolivia enviada por el presidente Alberto Fernández y argumentó que el actual mandatario calificó el golpe de Estado en Bolivia como tal por pertenecer al Grupo de Puebla.

A contramano de sus palabras, trascendieron nuevos indicios de que la carta del jefe militar al ex embajador argentino sería real al tiempo que las primeras indagaciones en Gendarmería demostrarían que el número de municiones semiletales enviadas fue el doble de lo denunciado.

“La Unión Europea no acepta que fue un golpe de Estado, la Argentina, en mi gobierno, tampoco aceptó que lo fuera, pero el actual gobierno (de Alberto Fernández) sí, porque pertenece al Grupo de Puebla que ve la realidad desde un lugar bastante particular, y repito, los materiales de los que se están hablando son antidisturbios, no material bélico”, indicó Macri, de viaje por Europa, a la agencia española EFE.

Asimismo, en una carta pública que posteó por la noche en su Facebook, insistió en la misma línea argumental que habían esbozado sus ex ministros al referirse al tema: que su gobierno asiló a dirigentes del MAS, que todo es “falso”, remite a una “dinámica alienante y paranoica de un gobierno débil” y que el caso “sirve otra vez para agredir la integridad de las fuerzas de seguridad al crear sospechas sobre ellas”. Ante EFE, añadió además el argumento de la “persecución” a la ya denunciada “operación política” que esgrimieran la ex titular de Seguridad Patricia Bullrich y el ex canciller Jorge Faurie.

Por último, en ambas exposiciones apeló a las desmentidas formuladas por los dos protagonistas de la carta en cuestión, base de la denuncia del gobierno de Luis Arce: el “supuesto brigadier que firmó la carta (dijo) que le falsificaron la firma, que esa carta no existió, (y) nuestro embajador en Bolivia dice que esa carta nunca existió con lo cual parece todo bastante poco serio”.

El viernes, no obstante, se difundió el registro del ingreso de la carta, bajo el número de orden 184, en el libro de recibidos de la embajada argentina en La Paz con fecha del 14 de noviembre de 2019, un día después de la fecha que lleva la misiva. Asimismo, el portal de chequeo de información Bolivia Verifica, que había etiquetado el documento como “falso”, anunció ayer que removía esta categorización ante “la falta de una pericia grafológica”.

En un informe preliminar a cargo del Ministerio de Seguridad, y a la espera del reporte “exhaustivo” que su titular, Sabina Frederic, les solicitó a los jefes de las fuerzas, difundieron la síntesis de una serie de notas de Gendarmería Nacional donde se solicita autorización para el traslado de equipamiento por parte del grupo de elite Alacrán, a cargo de resguardar la embajada desde noviembre de 2019 hasta junio de 2020. Una parte de ello corresponde al armamento, munición, chalecos y cascos propios de esta fuerza –registrados ante la Anmac, con fecha del 11 de noviembre– y luego figuran pedidos de ampliación por municiones semiletales, con fecha del 12 de noviembre.

Allí es donde el gobierno pone el foco, en primer lugar, por tratarse de recursos propios de los Destacamentos Móviles Antidisturbio, de la GNA, y no del cuerpo de elite que viajó, razón por la que también se ponen en entredicho los presuntos “entrenamientos” que la fuerza consigna en una rendición de cuentas del 15 de julio de 2020 por parte del Servicio Administrativo Financiero de Gendarmería. En esas pruebas afirman haber utilizado 70 mil cartuchos antidisturbios 12/70.

Y segundo, porque las cantidades son muy superiores incluso a las denunciadas por Bolivia: 70 mil cartuchos antitumultos marca Fabricaciones Militares, 100 sprays de gas pimienta y 661 granadas de mano lacrimógenas y spray pimienta, el doble de lo que figura en el documento. Y aún así, las cifras no coinciden con dos informes presentados por la policía boliviana, el 20 de enero de 2020, respecto del material ingresado, donde se omiten los gases y solo aparecen 1.350 de las 70 mil postas de goma. A la vez, señalan desde Seguridad, tampoco hay registro de salida de Argentina de una “manta antibomba” y un detector de metales que lista la policía boliviana.