El ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Oscar Parrilli reconoció hoy que "no fue una frase feliz" su advertencia de que se "cuide" al ex espía Antonio "Jaime" Stiuso para que no le pase "lo mismo" que al fiscal Alberto Nisman. Aclaró que su pedido es que le ordenen custodia "para que no cometa un auto-atentado" y también pidió "que no lo dejen salir del país" porque "se cree el dueño del país, entra y sale cuando quiere".
"Es un personaje tan nefasto que no sería raro que se haga un autoatentado y después nos esté acusando a nosotros (por el kirchnerismo)" para que las causas en su contra sean derivadas a juzgados que él crea convenientes", exclamó sobre el exespía.
También, luego de que Stiuso acusara al gobierno anterior del fallecimiento de Nisman, indicó que "quiere perjudicarnos porque lo echamos de la AFI y le sacamos poder" y que tiene "protección del Gobierno y los organismos de inteligencia de Estados Unidos". Por este motivo, según remarcó, "piensa volver y pedir asilo político".
Sobre la causa de la muerte del fiscal, manifestó que la jueza Fabiana Palmaghini "debería dar explicaciones por el giro de 180° en la investigación" porque "antes apoyaba a la fiscal Fein y ahora la denuncia" y sostuvo que el cambio de rumbo de la magistrada "fue por el testimonio de este personaje nefasto (Stiuso) que la embaucó, como si lo que él dijera fuera palabra santa".
En ese sentido, criticó a Palmaghini "por hacer lugar a un pedido "de los fiscales Stornelli, Sáenz y Marijuán, y de la jueza Arroyo Salgado" a quienes calificó como "militantes explícitos de la campaña de Mauricio Macri". Los acusó de "intentar utilizar la muerte de Nisman para perjudicar a un gobierno" y dijo que "si esta será la justicia con el nuevo Gobierno, degradada y manipulada, nos perjudicaremos todos los argentinos".
Sobre el poder judicial, aseveró que está impulsando "una venganza" sobre la anterior administración, de Cristina Kirchner. Por último, recordó que el kircherismo modificó la vieja ley de inteligencia -un proyecto vago, impreciso y general aprobado en 2001 mientras había represión en la Plaza de Mayo, que habilitaba a hacer inteligencia a políticos, empresarios y periodistas por cualquier motivo", afirmó- y la suplantó "por una nueva norma que amparaba estos procesos para conflictos de seguridad nacional como el narcotráfico, el terrorismo y la trata de personas".
