El aumento salarial que se otorgaron los sesenta legisladores porteños ya despertó una fuerte polémica. El PRO y el Frente para la Victoria defendieron el incremento mientras que la izquierda lo criticó.
Según un informe del diario La Nación, los incrementos en 2013 llegaron a superar el 50% y, en promedio, el salario bruto (sin descuentos por impuesto a las ganancias, jubilación y obra social) subió de $ 30 mil a $ 47 mil.
La jefa de bloque del PRO, Carmen Polledo, aseguró a PERFIL que, hasta diciembre, cobró menos de $ 25 mil. “Ninguno de nosotros cobra $ 40 mil en mano”, explicó la diputada porteña. Y agregó: “Con la responsabilidad que tenemos, me parece que está bien lo que cobramos aquellos que tenemos dedicación absoluta. Además, está todo transparentado y se puede saber cuánto ganamos”.
Distinto opina Marcelo Ramal, legislador del Frente de Izquierda, quien planteó que si el aumento ascendía a casi 60%, “entonces los docentes, los estatales y los trabajadores de la salud deberían tomarlo como pauta para sus aumentos salariales”. Y recordó: “Cuando (Jorge) Altamira fue legislador presentamos un proyecto que sostenía que el salario de un legislador debería equivaler a cuatro salarios mínimos”.
Polledo adelantó que está en contra de un proyecto que ate el salario de un legislador al salario mínimo o al del director de una escuela: “No estoy de acuerdo, me gusta que se nivele para arriba, pero en términos de la responsabilidad que tenemos los servidores públicos, que trabajamos con absoluta exclusividad, me parece bien lo que ganamos, no encuentro por qué deberíamos ganar menos”.
Por su lado, en diciembre, el kirchnerista Juan Carlos Dante Gullo (FpV) había planteado sus reparos sobre los salarios que perciben los miembros de la Legislatura: “18 mil pesos no es un buen sueldo”, sentenció. Los salarios de los funcionarios del Gobierno porteño son similares. La vicejefa, María Eugenia Vidal, percibe mensualmente unos $ 35 mil, apenas más que un legislador de la Ciudad. Quienes tienen ingresos muy por encima de la media son los jueces porteños. Por caso, uno de primera instancia, con antigüedad de más de veinte años, puede percibir desde $ 40 mil hasta $ 50 mil por mes