POLITICA
escapada con sus hijas

Polémica por las vacaciones de Larreta en Buzios

El jefe de Gobierno viajó en avión privado que habría pagado su hermano. Tuvo que pedir autorización para el vuelo de regreso. Entre sus funcionarios generó sorpresa su ausencia en medio de la campaña de vacunación.

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Descanso. Para fin de año, estuvo en Cariló. Vuelve mañana y el lunes deberá dar su discurso en la Legislatura. | cedoc

Cuando planificó sus vacaciones, ya distanciado de Bárbara Diez, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, había pensado en irse unos días a la costa para fin de año y luego tomarse una semana en el sur en enero, alejado del día a día de la gestión. Sin embargo, tras pasar unos días en Cariló junto a sus hijas, a su regreso dio positivo de Coronavirus y tuvo que aislarse y suspender el viaje que había planeado.

Desde esos días, le pidió a su hermano, Augusto, que rearme sus vacaciones. Allí surgió la idea que, para esta semana, el jefe de Gobierno viaje a Buzios con sus dos hijas y su sobrino. En ese marco, Rodríguez Larreta emprendió el martes un avión privado y, vía Montevideo, viajó a Brasil.  

La noticia generó impacto dentro de Juntos por el Cambio: la mayoría de los dirigentes, e incluso sus propios ministros, no estaban al tanto de estas vacaciones programadas. De hecho, aunque nunca lo había hecho, Larreta no participará de la marcha del 27F contra el Vacunatorio VIP que alentó buena parte del PRO y de la oposición.

“La verdad que vine a desenchufarme. Lo tenía armado hace tiempo y, aunque entiendo el lugar que ocupo, es un tema estrictamente personal”, le alcanzó a decir Larreta a un puñado de dirigentes más cercanos. “Son tres días hábiles que no laburé”, les dijo. El martes estuvo en la Ciudad con agenda oficial hasta el mediodía, afirman en el Gobierno porteño.

Nadie de su mesa chica se atrevió a cuestionarlo. En las oficinas de la calle Uspallata nadie dejó de ver cómo corría por los pasillos jugando a las escondidas la pequeña Serena, quien, desde que se separó su padre, fue a verlo al menos dos veces por semana al edificio de Parque Patricios. Hasta compartió recorridas de gestión con él, como las colonias de verano. También cómo rearmó su vida cotidiana, mudanza incluida.

De hecho por estas horas en su estadía en Buzios, que durará hasta el domingo al mediodía cuando regrese vía Ezeiza, se encuentran sus hijas Serena y Paloma. “Ya empiezan las clases, no sé cuándo voy a poder tomarme vacaciones con ellas”, le confió a su círculo más cercano. Además, también está su sobrino Matteo, hijo de Augusto, el anfitrión del viaje. “Había que priorizar su situación personal ante todo, incluso ante su vida pública”, lo analizan en Uspallata.

“La verdad
que vine a
desenchufarme, es
un tema personal”,
le dijo a su entorno

El viaje en avión privado fue de la empresa Servicios y Emprendimientos Aeronáuticos S.A., propiedad de Gustavo Carmona. Se trata de la misma empresa que maneja el avión de Lionel Messi y que usó el presidente Alberto Fernández con su comitiva. El viaje lo habría costeado el hermano del jefe comunal. Para realizar ese vuelo se confeccionó un pedido para el ingreso del taxi aéreo privado al país “por estrictas razones humanitarias”, según trascendió en el escrito presentado ante las autoridades nacionales. En el entorno del jefe comunal argumentan que no había lugar en vuelos regulares para hacerlo de otra manera.

Futuro. Mientras descansa en Brasil, no perdió el ojo en la semana que viene. Es que, al igual que el presidente a nivel nacional, le tocará abrir las sesiones ordinarias de la Legislatura porteña. Para ello, comenzó a leer los primeros bosquejos de discurso que armó el equipo de Discurso que trabaja en Uspallata.

Con un tono moderado, y haciendo especial énfasis en la lucha contra la pandemia y el plan de vacunación, Larreta viene leyendo y releyendo, con correcciones el discurso que leerá el lunes por la mañana en Perú 160 ante los legisladores porteños. Según la normativa de la Ciudad, con un examen PCR negativo en suelo porteño podría participar de manera presencial sin inconveniente.

Conflictos en puerta. Paralelamente, en un año electoral, en la Ciudad lo aguardan una serie de conflictos latentes en materia política y de gestión. Uno de ellos, en el que vienen trabajando en secreto para frenarlo tanto Diego Santilli como el subsecretario de Trabajo, Ezequiel Jarvis, es la disputa con el sindicato de Camioneros.

La orden de renegociar los contratos con las seis empresas concesionarias para que se suspenda la recolección los fines de semana y los feriados, más la revisión de algunas áreas, como el microcentro, llevaron a Pablo Moyano a dejar la puerta abierta para futuros conflictos. En la semana fue por un bono que debían pagar las empresas. Pero en la Ciudad saben que el próximo paso será por el recorte de servicios de un contrato de casi $ 30.000 milllones, el más oneroso del Gobierno porteño. Larreta tendrá que lidiar con este y otros temas, a regreso de sus vacaciones.