Con la excusa de los 203 años de la Revolución de Mayo y con el motivo de celebrar los diez años desde que el expresidente Néstor Kirchner asumió el poder, el Gobierno organizó un espectáculo internacional en Plaza de Mayo, con música, fuegos artificiales y un largo discurso de la Presidenta por cadena nacional.
El acto central tuvo como única oradora a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que habló durante una hora acompañada por todo el gabinete nacional, gobernadores, legisladores, referentes sociales y artistas.
Desde temprano, columnas de militantes comenzaron a copar la Plaza de Mayo. Es que desde el mediodía un escenario montado frente a la Casa Rosada ofreció gran variedad de recitales gratuitos.
La gran multitud llegó para escuchar a Fito Páez quien tocó alrededor de una hora junto a la Orquesta Sinfónica juvenil "Simón Bolivar" de Venezuela y vistiendo los colores de ese país.
Comenzó el repertorio con "Y dale alegría a mi corazón"; prosiguió con "Canción para mi muerte" ("¿Qué sería de este país sin Charly García?", lanzó), y continuó con canciones propias como "Un vestido y un amor", "Tumbas de la gloria" y "Parte del aire".
En el cierre, y con inusual gesto rockero, la Sinfónica Juvenil venezolana contribuyó a una vigorosa versión de "Ciudad de pobres corazones".
Pasadas las 17 horas el trovador cubano Silvio Rodríguez y su guitarra llenaron de música progresista la Plaza de Mayo. "La gota de rocío" y "Playa Girón" ,"El mayor", "Te doy una canción" y "El reparador de sueños" fue parte del set que finalizó con "Oleo de una mujer con sombrero", uno de sus más grandes clásicos.
Luego fue el turno de la mandataria, Cristina Fernández de Kirchner que después de las 18 y con el himno nacional interpretado por el "Chango" Spasiuk y La Bomba de Tiempo, se subió al escenario donde habló más de una hora.
Durante su discurso la Presidenta comparó a los jóvenes militantes con "French, Beruti y Moreno, los verdaderos héroes de la Revolución de Mayo".
Con pocas referencias a la fecha patria, la mandataria recordó que fue el “peronismo el que vino a cambiar definitivamente la historia del país". "Un hombre y una mujer que les enseñaron a los argentinos que al lado de cada necesidad había un derecho", dijo Cristina en referencia a Perón y Eva.
También recordó numerosas veces a su difunto marido, Néstor Kirchner, y el momento en que “Él” asumió como presidente en el 2003.
"Yo no soy eterna, tampoco lo quiero ser. Es necesario empoderar al pueblo, a la sociedad, de estas reformas y estas conquistas, para que ya nunca nadie más pueda arrebatárselas", fue una de las frases más fuertes impactantes de su discurso.
También se quejó reiteradamente de "los ataques permanentes que recibieron Néstor y esta Presidenta”.
Una vez que finalizó la Presidenta, la agrupación Fuerza Bruta sorprendió con un colorido mapping sobre los logros de Cristina y Néstor Kirchner durante "la década ganada”. El show consistió en una proyección con acrobacias sobre la fachada del edificio de la AFIP.
También tocaron Poncho junto a Pablo Lescano en una novedosa fusión, y más tarde, los brasileños Os Paralamas y los mexicanos Café Tacuba.
La noche fue coloreada por numerosos espectáculos de luces y fuegos artificiales que iluminaron a la Casa Rosada.