Una Nueva Argentina (UNA) es el frente que presentaron públicamente Sergio Massa y José Manuel de la Sota en abril para competir en las elecciones internas del 9 de agosto. Pero el miércoles, cuando venza el plazo para presentar las alianzas, esa sigla pasará a significar Una Nueva Alternativa, ya que la palabra Argentina no puede ser utilizada en una boleta. En este nombre trabajan los apoderados del massismo y el delasotismo, quienes ya cuentan con los diferentes partidos habilitados a nivel nacional para poder competir en la elección presidencial (Democracia Cristiana, MID, Unión Popular, entre otros). Con este nuevo sello, del nombre Frente Renovador, alianza con la que ganó la elección de 2013 en la provincia de Buenos Aires, sólo podrían quedar algunos de sus colores. Pero la presentación de esta coalición, que se dará el miércoles, no cierra la posibilidad de que Massa pueda sumarse al frente que integrarán Mauricio Macri, Elisa Carrió y el radicalismo, aunque para esto deba prescindir de sus sellos. Ayer, en la red social Twitter, el hashtag #GranPASOopositora para pedir esta alianza se convirtió en una de las tendencias. El mensaje común era que “es hora de dejar de lado las mezquindades” y trabajar mancomunados para evitar un triunfo del kirchnerismo. Si el tigrense pretende esconder su jugada hasta el último día del cierre de candidaturas (20 de junio), podría hacerlo. Si quisiera presentar su postulación presidencial o a gobernador dentro del frente opositor del que hoy está afuera, podría hacerlo, pero debería usar el sello elegido anteriormente por esta gran alianza. Incluso, en cada elección (gracias a las flexibles cartas orgánicas partidarias) los dirigentes pueden presentarse en cualquier lista, a pesar de estar afiliados a otro partido. En el entorno de Massa aseguran que esto ya se dio en 2013, y cuentan que el diputado sigue afiliado al Partido Justicialista.
