Héctor Ciccone fue siempre el hombre fuerte de la familia. El más duro, el que manejaba el negocio. Pasó de imprimir en un garage a montar la única empresa con la potestad de imprimir valores para llevar adelante los negocios que gestó junto a su hermano Nicolás. A lo largo de su historia empresaria, trataron con los militares más sangrientos y los funcionarios más corruptos. Héctor Ciccone jamás creyó que “una banda” de Mar del Plata, como ellos llaman en la intimidad a los empresarios relacionados con el vicepresidente Amado Boudou, les costaría su patrimonio y su principal capital: ser temidos.
En la familia, los hermanos dividen las aguas. Los leales a Héctor –sus hijas Silvia y Graciela y amigos de la familia– no confían en los “laderos” de Nicolás, como su hija Olga y su marido, Pablo Amato.
La palabra de las hermanas. Esta semana, debieron declarar Graciela y Silvia Ciccone. Héctor falleció en 2012. Graciela es la rebelde de la familia. Desde hace años, se alejó del epicentro del poder del clan Ciccone. Vive en Lago Puelo, Chubut, donde tiene un complejo de cabañas para turismo. Viaja esporádicamente a Buenos Aires.
El martes pasado, Graciela sorprendió a todos en el Palacio de Tribunales cuando un abogado defensor le preguntó cómo le constaba la reunión de su padre con Amado Boudou en el restó Fresh Market de Puerto Madero. Graciela sacó de su bolso el acta escrita por Héctor Ciccone relatando ese encuentro, con firma certificada ante escribano. Se esperaba que ese documento apareciera en manos de Silvia el jueves. Finalmente, lo presentó Graciela, la hija de Lago Puelo.
Silvia era la mujer de confianza de su padre. Era parte de la dirección de la empresa y declaró que presenció las amenazas de Núñez Carmona, amigo y socio de Amado Boudou, para que la familia entregara la empresa. En su círculo íntimo relató que el amigo y socio de Boudou le dijo que pensara en sus sobrinos –por los hijos de su prima Lorena–. Tras las amenazas, se refugió en Uruguay y evita Buenos Aires. El jueves declaró y confirmó la versión de su tío y sus familiares.
La secuencia en Tribunales. El primero en declarar fue Guillermo Reinwick. Es el marido de Lorena Ciccone, la menor de las hijas de Nicolás. Fue quien tuvo la idea de conectar a los hermanos con Amado Boudou. Gestionó esos encuentros. Declaró ante la Justicia que, cuando estalló el escándalo mediático, José María Núñez Carmona, socio y mejor amigo del vicepresidente, lo amenazó con asesinar a su hijo si no salía a decir que él era el dueño de The Old Fund. Reinwick no quería declarar ante la Justicia. “El suegro le dijo que declare o lo mata”, confió un allegado.
Lo siguió su suegro, Nicolás. Fue el testimonio clave, que relató las reuniones, diálogos y amenazas, que hasta el momento había callado, mientras negociaba con el enemigo recuperar su empresa (ver página 2). Comprometió a un hombre central en esta historia, sobre cuya participación en la compraventa de la empresa el juez Ariel Lijo tenía sólo indicios.
Nicolás Ciccone apuntó al empresario Núñez Carmona y lo sindicó como el gestor de las negociaciones para que Ciccone Calcográfica quedara en manos de The Old Fund. Infirió que es el verdadero dueño de la misteriosa firma. Cada declaración sigue un camino específico.
La hija mayor de Nicolás, Olga Beatriz Ciccone, declaró también en diciembre pasado. Está casada con Pablo Amato, un hombre de confianza de Nicolás y miembro del directorio de la empresa. Testigo también de las negociaciones con Boudou y Núñez Carmona.
El GEN pide el juicio político a Boudou
A.B.
La diputada nacional Margarita Stolbizer pidió el juicio político al vicepresidente Amado Boudou. “La situación del vicepresidente se ha vuelto insostenible para la Justicia y para el Congreso. No podemos limitar la evaluación de su conducta a la investigación de una negociación que ya está más que probada”, expresó.
Por eso, solicitó que se amplíe el pedido de declaración indagatoria de Boudou para agregar los delitos de asociación ilícita, cohecho, violación de los deberes de funcionario público, y, sobre todo, “la apropiación de la empresa (Ciccone Calcográfica) como objetivo y resultado del plan cuyo mentor ha sido el ex ministro de Economía”.
Stolbizer, junto a los diputados Omar Duclós, Virginia Linares y Fabián Peralta, presentaron el pedido de juicio político en la Cámara de Diputados.
“No es el avance de la causa penal lo que motiva nuestro pedido, sino la mala gestión de Boudou, cuando fue ministro de Economía, y también como presidente del Senado”, precisó Stolbizer.