POLITICA
El empresario nicolás 'nicky' caputo

Recluido en Miami, el amigo íntimo de Macri recela de la grieta que aviva el ex presidente

Se fue en mayo, en avión privado, porque en Florida "la vida es más tranquila". Niega que sea un exilio, mira con preocupación a la Argentina y reclama unidad nacional ante la crisis.

El ‘exilio’ de Nicky Caputo en Miami. El "hermano del alma" de Macri se fue en mayo y casi no habla con el ex presidente, pero dice que va a volver.
El ‘exilio’ de Nicky Caputo en Miami. El "hermano del alma" de Macri se fue en mayo y casi no habla con el ex presidente, pero dice que va a volver. | Imagen: Pablo Temes

Pasa sus días en Miami. Desde hace más de 15 años, reside varios meses en el estado de Florida. Allí puede mezclar negocios, deporte y vida familiar. Y este año no fue la excepción. Es más: no son pocos los que suelen preguntarle si vive en territorio norteamericano.

Nicolás Caputo, el íntimo amigo de Mauricio Macri desde los 5 años, viajó a Estados Unidos a finales de mayo, cuando todavía el coronavirus no había trepado ostensiblemente en el Área Metropolitana. Tomó un avión privado con su familia a pocos días de que la Cancillería tomara la decisión de que deje de ser cónsul honorario de Singapur en el país, un cargo que ocupó desde fines de 2018.

Mientras un sector del kirchnerismo puso el ojo en su influencia durante el gobierno de Cambiemos, Caputo descarta instalarse en Miami y niega, ante sus confidentes, que se trate de un exilio o algo similar. Menos aún por un tema judicial: afirma que solo está mencionado en una denuncia que le hizo Fabián De Sousa, uno de los dueños de C5N, por la cuestión de la quiebra y una supuesta presión para que lo compren otros empresarios presuntamente cercanos al macrismo (ver aparte). “No estoy ni citado, en 62 años nunca tuve causas”, les confió a sus habituales interlocutores. En rigor, nunca le interesaron los medios de comunicación, desliza.

Eso sí: cree que es “más fácil” trabajar desde Miami que en Buenos Aires, donde tiene sus oficinas en el Bajo Belgrano. En particular, porque en el estado de Florida hay mayor permisividad para hacer todo tipo de actividades al aire libre. “Es una vida más tranquila”, repite Caputo. “El Zoom funciona perfecto para trabajar”, agrega.

"Hay que ayudar a este gobierno a salir adelante, todos juntos", dice Caputo

En términos políticos, tiene una mirada muy cercana a la del ala moderada de la oposición. Quienes lo escucharon hablar comentan que, por momentos, podrían ser palabras de Horacio Rodríguez Larreta –cuya mujer, Bárbara Diez, le organizó su casamiento con Agustina Lhez– o su amigo, Rogelio Frigerio, quien vive a menos de quince cuadras de sus oficinas en Belgrano.

Desconectados. Entre sus íntimos cree que “la grieta destruye y busca responsables que no ayudan a construir nada”. A Macri lo ve enfrascado en la lógica de la grieta. De hecho, con su amigo de la infancia no están conectados como en otras épocas.

La distancia entre ambos ya había comenzado cuando fue elegido presidente y Caputo decidió apartarse del esquema de decisiones. Desde esos años, el empresario fue muy crítico de la marcha de la economía y el gabinete económico, y en términos políticos del liderazgo que Macri le regaló a Marcos Peña. Hoy hablan poco. Saludos de rigor y, cada tanto, algún intercambio. Sigue siendo muy crítico de la gestión que encabezó: afirma que se perdió una oportunidad histórica para rearmar la Argentina.  

 

“Hay que ayudar a este gobierno a salir adelante, todos juntos”, es una de sus frases de cabecera por estos días. “Me olvidaría del pasado e intentaría construir el futuro. No sirve discutir el pasado. La pandemia va a profundizar una enorme crisis y adelantar las situaciones. Si nos quedamos mirando para atrás, nos encontramos con una Argentina chiquita. La única manera de sobrevivir es construir un futuro todos juntos para salir”, le comentó hace algunos días a un empresario al que conoce desde hace años. “Hay que refundar al país. No hay que esperar a otro gobierno, hay que ayudar a este gobierno. No hay tiempo de esperar”, agregó a la misma fuente.

En cuanto a la economía, quienes estuvieron con él hablan de un hombre muy preocupado. Piensa que cuando termine la pandemia, va a venir una crisis socioeconómica muy seria.

“De este punto, se caen todos, todos nos caemos. Grandes, chicos, medianos”, suelta ante otros empresarios en sus charlas cotidianas. “Antes un país se caía por su propia crisis, a lo sumo, producto de un cimbronazo regional. Hoy la crisis es globalizada y cada país se tiene que cuidar a sí mismo. Nadie nos va a ayudar. Todos tienen problemas de desempleo, de aumento de pobreza. La Argentina se tiene que cuidar a sí misma”, repite.

Hoy piensa que el mundo empresarial está “freezado” en una foto de marzo. Todos sus planes de inversión y de negocios quedaron en stand by. Al igual que su cercanía al poder macrista.