En el PAMI durante 2013 y 2015, se utilizaron los nombres de personas fallecidas para vender remedios en forma ilegal a clínicas y farmacias. También se adulteraron las identidades de médicos para llevar adelante este ilícito. Esta maniobra ilegal le costó al organismo 500 millones de pesos por año.
En el programa A Dos Voces por el canal TN, el titular del Instituto, Carlos Regazzoni, afirmó: "La magnitud de esta maniobra está costando más de 500 millones de pesos por año: es el costo de un hospital por año". Además, el funcionario comentó que la venta de medicamentos a personas fallecidas incluía sobremedicación y adulteración de la identidad de los médicos. "En 2013 hay varias denuncias. Se usaban los nombres de los profesionales para recetas que no firmaban. Una matrícula habría hecho 39 mil recetas en un año. Eran verdaderas fábricas de recetas", dijo indignado.
Según Regazzoni, las farmacias venían observando las irregularidades, también la Auditoría General de la Nación realizó informes sobre esta operatoria.
"Hay filmaciones donde aparece gente que iban con pilas de recetas a pedir medicamentos a las farmacias. Esto está en la Justicia, quien tendrá que investigar las complicidades. No hay duda que esto era adrede, no pudo haber habido un error", afirmó y agregó que ya "hay 20 denuncias radicadas en sede federal en todo el país".
El funcionario afirmó que "lo que más duele es que el dinero que tendría que ir a mejorar la salud de los jubilados, de los abuelos, mientras el PAMI se empobrecía, iba a inescrupulosos que se enriquecieron con ese tipo de maniobras". El titular del Instituto afirmo que durante el gobierno kirchnerista no se tomaron medidas ni se hicieron denuncias.
Con el fin de solucionar esta irregularidad, el funcionario detalló los trabajos que se están realizando: "Estamos trabajando en la depuración de los padrones de afiliados –fallecidos–". Además, el funcionario manifestó que con el buen uso del presupuesto, la obra social debería tener un servicio de primer nivel. Además, agregó: "Los recursos se usaban para cualquier cosa menos para lo que estaban destinados; la verdad es que el 20% del presupuesto del PAMI debería ser invertido para mejorar la salud de los afiliados, unas 5 millones de personas que están dentro de la población más vulnerable".