El anuncio de la candidatura de Cristian Ritondo a diputado nacional, encabezando la boleta bonaerense, supuso la confirmación de un secreto a voces en la Gobernación: su segura salida del Ministerio de Seguridad, una de las sillas más calientes de la política argentina.
Por ello, comenzó a ensayarse de manera subterránea en la mente de la gobernadora María Eugenia Vidal quién sería el reemplazo de Ritondo, uno de sus asesores predilectos durante más de tres años de gestión. Si bien la primera opción de la gobernadora siempre fue llevarlo de candidato a vicegobernador –de hecho lo intentó en 2015–, ahora se verá obligada a buscarle un reemplazo en Seguridad a fin de año para un hipotético segundo mandato.
Una opción que se viene barajando es que Vidal vuelva a unificar Justicia con Seguridad y quede a cargo Gustavo Ferrari, quien tiene un asiduo vínculo con Ritondo y suelen divertirse juntos en las reuniones de gestión. Un sector de su gabinete también anima esta idea. Ferrari decidió no fomentarla, al menos por ahora.
Otra posibilidad es que allí desembarque Guillermo Montenegro, el diputado nacional que se fue a vivir a Mar del Plata como precandidato a intendente. Ex ministro de Seguridad porteño, el (ex) “gordo” Montenegro siempre está en la mente de Vidal y del jefe de Gabinete, Federico Salvai. En definitiva, fue la gobernadora quien lo “rescató” de la embajada de Uruguay, luego del desierto al que fue confinado por el mismísimo presidente Mauricio Macri.
Hoy Mar del Plata es un distrito con múltiples precandidatos a intendente: el actual cacique municipal, Carlos Arroyo (resistido por sus problemas de gestión), la concejal radical Vilma Baragiola, el propio Montenegro, el lilito Guillermo Castello, y ahora también el diputado provincial de la UCR Maximiliano Abad.
De todas formas, para Seguridad también aparecen dos opciones que Ritondo tiene en mente para su sucesión. La primera es su viceministro, Vicente “Tito” Ventura Barreiro, un histórico asesor suyo desde sus años en el PJ porteño, y experto en el área. De hecho, es quien lleva el trabajo cotidiano de coordinación con fuerzas federales y porteñas, así como el trabajo de la Bonaerense.
La otra opción “ritondista” es el vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Manuel Mosca, con quien estrechó su vínculo en estos tres años. El desembarco de Mosca le generaría un problema a Vidal en la Legislatura bonaerense ya que hoy no tiene un reemplazo de su confianza para sacar las leyes en minoría.
Finalmente, se anotó Joaquín de la Torre, el ministro de Gobierno, quien desde que llegó como funcionario quiso quedarse con esa silla. El ex intendente de San Miguel también tiene grandes sueños: cree que puede ser candidato a vicegobernador. La realidad indicará si sus sueños tienen asidero. Por ahora en el gabinete bonaerense no pueden mantener la seriedad cuando se los consulta sobre esa posibilidad.n