POLITICA

Ruta del dinero K: el periodismo podrá acceder a la causa

La audiencia será parcialmente pública, aunque las defensas pidieron que se realice a puertas cerradas. El rol de Báez y Cristóbal López.

| Cedoc.

La audiencia clave en Nevada por la llamada "ruta del dinero K" de Lázaro Báez y Cristóbal López será, al menos en parte, pública. Así lo decidió el juez Cam Ferenbach, a pesar de los pedidos para que transcurra a puertas cerradas. Además, los medios tendrán acceso parcial a la causa

El magistrado dispuso que antes de decidir nada, "escuchará los argumentos de las partes" sobre las razones para que sea pública o privada. Y que luego decidirá al respecto. Es decir que parte de la discusión será pública y no a puertas cerradas. 

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En una audiencia breve, el magistrado a la abogada de Jorge Lanata, uno de los periodistas que reveló la trama de negocios, para discutir con los abogados de las partes. Así, los medios tendrán acceso a la divulgación de extractos de la declaración que realizó Carmen Amunategui, la encargada de registrar en Nevada las presuntas 123 empresas de Lázaro Báez y de Cristobal López.

"Hay que impedir que se haga un circo de esto", dice la presentación de última hora del abogado de Amunategui. La presentación alega que NML -el fondo de Paul Singer- quiere usar lo que allí se diga a través de la prensa. Lo mismo hizo la empresa Val de Loire, la que se asocia con Cristóbal López, ya que según su abogado, Jason Wiley, pidió expresamente que se considere dejar fuera de la sala a periodistas argentinos. "En este caso, los periodistas estarían ocupando el lugar del jurado", sostuvo el letrado al anticipar que la prensa "dará por cierto" lo que allí se diga, sin detenerse a considerar si lo es o no y que eso provocará un daño irreparable.

Audiencia. La reunión de hoy se centró en los pedidos de información que realizan los fondos buitre, quienes intentan obtener datos de supuesto dinero de corrupción para, en el caso de identificarlo, reclamar su embargo. También, para usar esa información como arma de presión para llevar a una negociación del fallo que ya tienen en su favor. Eso no impide que, luego, el juez pueda decidir la publicación de la información que hay en el expediente y que ahora permanece protegida por un paraguas de confidencialidad.