El peronismo porteño calienta motores de cara a las PASO y calibra su estrategia de campaña, con el principal objetivo de transformarse en una “alternativa de gobierno” en el bastión PRO, un territorio que siempre le resultó esquivo. Con dicha premisa, el candidato de la unidad, Leandro Santoro, ya camina la Ciudad con sus “Cien propuestas”, las cuales fueron presentadas en el Centro Cultural C, tal como contó PERFIL días atrás. La jefatura de campaña recayó en Mariano Recalde. Uno de los proyectos que Santoro postula para el caso de constituirse como jefe de Gobierno es el de que “haya 24 horas de subte” en todos los barrios de la Ciudad. Según pudo saber este diario, también formará parte de los ejes de campaña la cuestión de la seguridad. Y es que el peronismo porteño no quiere relegar dichas temáticas al PRO.
Este sábado, Santoro estuvo en el Barrio 20 junto a la primera precandidata a diputada, Paula Penacca, y la precandidata a la Legislatura Claudia Neira, y la legisladora Victoria Montenegro.
El inicio de la campaña ha mostrado a un peronismo saliendo a cuestionar duramente a Martín Lousteau, sobre todo con el objetivo de capturar votantes del “progresismo”. “A Martín le queda demasiado bien el amarillo”, sostuvo la candidata a legisladora, Graciana Peñafort en diálogo con este diario.
El objetivo de Santoro y del peronismo porteño es el de forzar un ballottage y de esa manera, en un “mano a mano” con Jorge Macri tener chances de capturar todos los votos de quienes no apoyen al PRO. Si bien la PASO de JxC asoma muy competitiva, en el comando de campaña peronista entienden que el ministro de Gobierno y primo del expresidente se alzará vencedor en la contienda interna. Otro de los puntos en los que hará especial hincapié UxC es en el de la transparencia. Peñafort se sumará a la campaña con el objetivo de reforzar discursivamente lo relacionado con los controles. “Queremos ser una verdadera alternativa y si perdemos, ejercer control”, explicó la abogada que ocupa el octavo lugar en la lista de legisladores. Parte de la campaña del peronismo intentará explicar cómo “la falta de controles” deriva en “caída de la recaudación”, y eso se ve reflejado en una menor oferta de servicios en la Ciudad: asimetrías norte-sur, vacantes en las escuelas, falta de equipamientos en salud, son algunos de los problemas que detallan.