POLITICA

Schoklender "borró" a la dirección de la escuela de su hijo y perdió el control de la institución

Las autoridades que designó no volvieron tras la toma y ahora el Ministerio de Educación porteño interviene para que el Jean Piaget lo gestionen padres y docentes.

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| Perfil.com

Sergio Schoklender se apoderó en tiempo récord del colegio de su hijo adoptivo a finales de 2010, el Instituto Jean Piaget de Chacarita, y también en tiempo récord lo perdería. Las autoridades del colegio que él nombró desaparecieron desde que estalló el escándalo y falta dinero para los sueldos. Pero hoy el Gobierno porteño reunió a padres y docentes para tratar un "proyecto pedagógico" que permita la continuidad de clases, según pudo saber Perfil.com.

El viernes a la tarde un grupo de maestros ocupó por seguridad el colegio por temor a que "enviados" de las empresas de Schoklender se llevaran documentación sensible del instituto y las instalaciones quedaron bajo custodia policial todo el fin de semana por orden de un juez.

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Hoy las clases continuaron con normalidad pese que el personal de la escuela sólo cobró la tercera parte de sus sueldos de junio. Ahora las tras directoras del jardín, el primario y secundario quedaron a cargo de la administración hasta que se resuelva un plan de gestión del instituto. La incógnita es quién es hoy el propietario legal del colegio al que acuden 400 alumnos.

La firma que gestionaba el colegio desde noviembre era Construyendo Futuro S.A., a nombre de Gerardo Gotkin -hermano de Alejandro, 'cajero' de Schoklender- y el empresario Guillermo Darío Santoro. Sin embargo, Schoklender acudió a otros dos "prestanombres" para la adquisición de las acciones del colegio.

Según pudo saber Perfil.com, la escrituración de la propiedad del colegio estaba a punto de finalizar la semana pasada en una escribanía en el centro porteño, pero el notario a cargo habría interrumpido la cesión luego que trascendiera el estado anárquico en que los socios de Schoklender dejaron al instituto de la calle Roseti.

Desde el jueves, funcionarios del Ministerio de Educación comenzaron a dialogar con la ex autoridades del colegio y padres de los estudiantes. Una de las posibilidades que analizan es la conformación de una cooperativa entre padres, docentes y empleados -son 130 en total-. Vale aclarar que la escuela Jean Piaget no posée subsidios del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

"Alguna autoridad nacional o porteña tendrá que hacerse cargo si no aparecen los fondos para pagar el funcionamiento del colegio. Los chicos no se pueden quedar sin un colegio de 46 años de trayectoria con un personal docente altamente capacitado", reclamó un padre en diálogo con este portal.

Ausentes sin aviso. Ninguna autoridad del "grupo inversor" que manejaba Alejandro Abraham Gotkin se acercó a dar explicaciones en la última semana a la escuela. María Marta Capurro, la directora que puso Schoklender, le dijo a una madre que "Gotkin desapareció" y que el "colegio estaba a la deriva".

Como el colegio poseía deudas y atravesaba una delicada situación financiera, el "grupo inversor" desembarcó en el colegio fundado en 1965 con una inversión de más de 4 millones de dólares para reformar el colegio, subvencionar parte de la cuota de los alumnos, comprar computadores y pizarrones táctiles, y hasta entregar útiles a todos los alumnos.

Los padres sospechan que hubo "lavado de dinero", que se efectuaron arreglos para justificar facturas de otras maniobras ilícitas y hasta hay quien conjetura con que Sergio Schoklender soñaba, a largo plazo, con transformar el Jean Piaget en la escuela de las Madres de Plaza de Mayo.

*De la redacción de Perfil.com.