POLITICA
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“Tachito”: la historia del sindicalista que hizo bailar a Norberto Oyarbide

Tras el video viral, salió a la luz el vínculo entre el ex juez y el líder taxista. Viajes a Salta, salidas en la noche porteña y gestiones recíprocas en la era K.

Con Dietrich. Ibarra tejió buenas relaciones con políticos y funcionarios de diversos ámbitos.
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El video causó furor en las redes, miles de comentarios en distintos medios digitales y algunos artículos periodísticos. Más allá del color y las perspectivas que ofrece al juez federal jubilado Norberto Oyarbide de participar este año de Bailando por un Sueño, la anécdota tiene como trasfondo una historia que desnuda los vínculos entre el sindicalismo y el Poder Judicial.

El titular del Sindicato de Conductores de Taxis de Capital, José “Tachito” Ibarra, mantiene una estrecha relación con Oyarbide desde hace años. La madre del magistrado, Isidora Del Carmen Portillo (fallecida en 2007), era originaria del mismo pueblo salteño donde nació Ibarra, Guachipas. Juntos, los tres compartieron por varios años la celebración que allí se realiza en honor a la Virgen Inmaculada Concepción y otras celebraciones religiosas.

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Las visitas a Salta fueron frecuentes. Medios locales contaron, por ejemplo, que en 2008 Oyarbide no sólo visitó la localidad, sino que también repartió promesas de gestiones con autoridades nacionales para conseguir obras y ayudas para la localidad norteña. Ibarra acompañó siempre al magistrado en estas visitas. También coincidieron en la noche porteña, según indicaron conocedores del mundo sindical.

Esta familiaridad, apuntaron fuentes sindicales a PERFIL, explica por qué “el ex juez se siente como en su casa cada vez que visita el gremio”. Las mismas fuentes confirmaron que es un infaltable en la celebración anual que realiza el sindicato en el día de los peones de taxi.

La relación ofreció a Ibarra un acceso a la Justicia Federal que, afirman algunos de sus colegas, fue una de las principales razones que explican en parte la fuerte influencia que ganó el titular nacional del gremio, Omar Viviani, en el mundo sindical. A Ibarra se lo vinculó con gestiones por los casos derivados de sospechas de corrupción en obras sociales, entre otras.

Cuando en 2010 se dio el divorcio entre las CGT de Antonio Caló y la de Hugo Moyano, Viviani se fue con Caló e Ibarra quedó con el camionero.  

Antes de llegar a ser un operador judicial de alto vuelo, Ibarra había crecido en el gremio de Taxis como el delegado de la parada Aeroparque durante la década del 90. Recibió varias acusaciones por las acciones presuntamente mafiosas que realizaban los conductores en la parada. Hace poco, Ibarra arengó desde ahí en  las protestas anti-Uber.

La acusación de Urtubey

Es un hombre que no conoce fronteras ideológicas en sus vínculos políticos, que van desde Dante “Canca” Gullo hasta el actual ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. En la última elección, buscó por segunda vez conseguir una banca de diputado nacional por Salta, al acompañar la candidatura de Sergio Massa. Antes había probado suerte con Juan Carlos Romero. En varias de las visitas que realizó con Oyarbide a Salta, Ibarra fue acompañado por el gobernador Urtubey. La relación parecía buena, hasta que en 2013 protagonizaron un cruce de alto voltaje. Ibarra había cuestionado la política de alianzas de Urtubey. La respuesta sacó a la luz un tema que se trataba como un rumor a voces: “(Ibarra) volvió con su pareja hace un par de años a Salta, con el juez Oyarbide, que era pareja y por eso venían tanto para acá. Cuando se rompió esa relación el juez no vino más a Salta”.