El debate presidencial del pasado domingo 13 de octubre finalizó con críticas y cuestionamientos más allá de las exposiciones de los seis candidatos que participaron del mismo. Para los espectadores y los analistas el formato fue demasiado rígido, la falta de interacción fue un desacierto y el tiempo del que dispusieron los postulantes para exponer ideas y propuestas no fue suficiente.
Sin embargo, no va a haber cambios de cara al debate de este 20 de octubre. “Para el domingo no se van a implementar modificaciones, eso ya está. La Cámara Nacional Electoral (CNE)) prevé que los candidatos definan modalidad, temática, moderadores. Si no se ponen de acuerdo ahí la entidad determina. Ellos acordaron en ese tipo de debate y así será”, explicaron a PERFIL fuentes del organismo.
“No va haber ningún cambio porque está acordado con las seis fuerzas políticas todo el reglamento, lo único que variarán son los cuatro moderadores y los cuatro temas. Todo lo que tiene que ver con estructura y dinámica del debate sigue igual”, completó el vocero del Consejo Asesor del Debate, Carlos March, en diálogo con este medio.
No va haber ningún cambio de cara al próximo domingo, dijo el vocero del Consejo Asesor del Debate
En el caso poco probable de que los resultados de las elecciones generales lleven a un balotaje, el debate sí sufrirá variaciones pero porque la dinámica será distinta al tratarse de un tête à tête. “Sí cambia obviamente, porque se trata de dos personas y no seis. Se convocaría a los dos equipos y se pactaría de vuelta con ellos así como se acordó con lo seis equipos las reglas y dinámicas de los dos primeros”, explicó March.
Según consignó el vocero, en el futuro sí que la CNE está “absolutamente abierta” a recibir propuestas de mejora para implementar cambios en el formato y dinámica de los debates, tanto del Consejo Asesor, como de los medios de comunicación o cualquier ciudadano común que se acerque a las dependencias del organismo.
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De hecho, una vez se realicen las elecciones y en caso de que no haya balotaje los equipos técnicos de las fuerzas políticas, los organizadores de los debates, el Consejo Asesor y la Cámara Nacional Electoral van a reunirse para evaluar los dos eventos y generar aprendizajes y propuestas de mejora. Si hay segunda vuelta, el encuentro se pospondrá para fines de noviembre o principios de diciembre.
Sin embargo, March no anticipó cuáles serían estas propuestas: “Hoy estamos abocados a la organización del debate del próximo domingo. Pero esa instancia va a estar y después tenemos entre tres y cuatro años para que cualquier ciudadano, periodista, político, etc., se acerque a la Cámara a presentar iniciativas de mejora, criterios distintos, modelos para organizar el debate del 2023. La CNE no tiene el monopolio del debate, es una herramienta que hay que construir entre todos. El espíritu es que se vaya elaborando, la Cámara lo organiza pero es un instrumento de la ciudadanía”.
"Se puede pensar en una estructura más dinámica, pero los cruces de alguna manera hay que organizarlos porque todos los participantes deben tener idénticas condiciones de igualdad, una de ellas es el uso del tiempo y la presencia en pantalla. Si todo el mundo lo interpela a un solo candidato a dos perdés la equidad. Con seis personas debés mantener un absoluto equilibro y eso es complicado", advirtió March, quien agregó: "Pero debe haber otras formas y se pueden pensar otros esquemas".
Los puntos en los que no hubo acuerdo
En estos dos primeros debates presidenciales obligatorios hubo tres puntos en los que la definición final la tuvo la CNE. El primero fue con respecto a los moderadores de ambos eventos. “Los equipos de los seis candidatos prefirieron brindar nombres a un listado con sugerencias de los canales de aire, lo que quedó entre 30 y 40. Los camaristas eligieron en base a eso”, precisó March.
El segundo aspecto en el que no hubo acuerdo era en si los candidatos podían tener preparados punteos previos para consultar durante el debate. La CNE definió que no, y se optó porque los postulantes dispusieran de una hoja en blanco en la que tomar notas.
Finalmente, otro apartado en el que no se llegó a un consenso es si se debería replicar un sistema como el del debate del 2015, en el que un candidato le hacía una pregunta a otro o que cada postulante tuviera una determinada cantidad de segundos para llevar a cabo su intervención. “La Cámara optó por uso libre del tiempo que era lo que más consenso tenía entre los grupos de los equipos de campaña”, detalló March.
B.D.N./MC