Lázaro Báez fue trasladado de urgencia al Sanatorio Los Arcos por un cuadro de arritmia que no pudo ser controlado en el penal de Ezeiza donde se encuentra detenido desde hace más de un año.
No es la primera vez que el empresario santacruceño debe ser atendido por fuera de la cárcel por esta misma complicación. El mes de abril pasado, Baéz ya había sido dirigido al mismo sanatorio tras sufrir una descompensación cardíaca que los médicos del penal tampoco habían podido controlar en ese momento. Ya contaba con arritmias además de diabetes e hipertensión desde el momento que ingresó en abril pasado al Penal.
Meses más tarde, en septiembre pasado Báez solicitó la prisión domiciliaria de forma "urgente" por razones de salud. Los motivos, según citó su abogado Maximiliano Rusconi en un escrito, eran que Baez padecía un "estado depresivo ansioso". No obstante no se le concedió el beneficio.
Baez está preso desde el 5 de abril de 2016 por una orden del juez federal Sebastián Casanello, que lo investiga por la ruta del dinero K. Fue detenido por haber tomado un avión sin plan de vuelo, alegando "peligro de fuga" Hacía sólo dos semanas que la sociedad había visto cómo se contaba dinero en la financiera La Rosadita y las palabras del arrepentido Leonardo Fariña sellaron su suerte en la causa. También está procesado por el juez Claudio Bonadío y por el juez Julian Ercolini, en causas que lo vinculan con una asociación ilícita, que Baez habría integrado con su contador y su abogado de confianza.