Un análisis de los balances contables de Repsol-YPF pone en la lupa el manejo financiero de la petrolera por parte de los españoles, el Gobierno y el Grupo Petersen, de la familia Eskenazi, allegada a los Kirchner antes de la estatización.
La ONG Contadores Forenses hará la presentación ante la Justicia apuntando a un supuesto vaciamiento de la petrolera entre 2008 y 2012. Será ante el juez federal Ariel Lijo, quien instruye la causa por el supuesto vaciamiento denunciado por Elisa Carrió.
Dividendos. Según el informe al que accedió PERFIL, “hasta la estatización, la compañía ha sufrido un proceso de disminución de su patrimonio, fundamentalmente por distribución de dividendos fuera de todo límite, con participación del Gobierno”. Para la ONG, los accionistas de Repsol-YPF se llevaron más de lo que le hicieron ganar a YPF. “En 2008, 2009 y 2010, la distribución de dividendos estuvo por encima del máximo permitido por la Ley de Sociedades Comerciales”, aseguran. “Parte de los dividendos fueron pagados mediante ganancias, y parte con el capital de la compañía, lo que constituiría fraude en la administración de la empresa”, agregan. Informan que “los pagos realizados en exceso por sobre las ganancias, es decir sobre el tope legal, ascendieron a 7 mil millones de pesos”.
Acciones. En diciembre de 2007, Repsol y Grupo Petersen firmaron un acuerdo para que la compañía de la familia Eskenazi adquiera el 14,9%. La operación fue por 2.235 millones de dólares. El informe sostiene que según los balances contables, los Eskenazi no pusieron dinero. “La compra fue financiada en un 50% mediante créditos de bancos extranjeros, entre los que se encuentra el Credit Suisse. El otro 50% fue financiado por Repsol, otorgando como garantía las acciones que Petersen acababa de comprar”. Luego siguió comprando acciones hasta llegar a más de 25%, pero nunca “con fondos propios”, dice el informe.
PERFIL consultó al titular de la ONG, el ex perito de la Corte Suprema Alfredo Popritkin, sobre si el informe arrojaba o no alguna relación entre el crédito que los Eskenazi obtuvieron del Credit Suisse y el fideicomiso en ese mismo banco suizo al que Néstor Kirchner envió los fondos de Santa Cruz. Eran 535 millones de dólares de regalías petroleras obtenidas en los 90. Popritkin contestó: “Eskenazi compró acciones de YPF sin plata. La Justicia debería investigar si existe relación entre el crédito que le dio el Credit Suisse y los fondos de Santa Cruz, ya que podrían haberse utilizado como garantía del crédito”. PERFIL intentó comunicarse con representantes de Grupo Petersen, pero no obtuvo respuesta. En YPF aseguraron que no participaron de la elaboración del informe y que se abstenían de hacer comentarios. Popritkin dijo que “el reclamo de Repsol contra la Argentina es flojo, ya que la empresa española retiró su propia inversión de YPF, no debería estar reclamando resarción por la estatización”.
Tiempo de aliados. “Es probable deducir la existencia de acuerdos ocultos o titularidades accionarias distintas a las declaradas, que no fueron reveladas”, sostiene el informe. Los Eskenazi fueron muy cercanos a los Kirchner hasta que la Presidenta decidió la estatización de YPF. Cuando Kirchner era gobernador privatizó el Banco de Santa Cruz en manos de Eskenazi. “Es llamativo el ingreso del Grupo Petersen y la familia Eskenazi a YPF, ejerciendo funciones de dirección, ya que no poseían experiencia en el campo petrolero”, dice el informe elaborado por el economista León Halac y el contador público Christian Petus. “Se trata de un inversor/accionista con preferencias nunca vistas”, con “escasa o nula inversión” y “altas remuneraciones”.