Más de ocho mil personas participan de una movilización multisectorial frente a la Casa de Gobierno de Santa Cruz, en reclamo de aumentos salariales y en rechazo a la “militarización” de la ciudad de Río Gallegos.
La convocatoria, numerosa para las dimensiones poblacionales de la ciudad, fue lanzada por los maestros de la Asociación de Docentes de Santa Cruz (Adosac), a la que adhirieron los trabajadores estatales de ATE y de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
Según medios locales, una caravana de 50 autos ingresó desde el interior de la provincia a la ciudad sin que los puestos de control de Gendarmería intercedan. Una versión extraoficial aseguraba que a la altura del puesto policial de Guer Aike a 30 Kms de la capital, el gobierno tenía planificado cortar el acceso.
La movilización tiene antecedentes. El 21 de marzo pasado más de 7.000 personas se reunieron frente a la sede del Ejecutivo a cargo del oficialista Carlos Sancho para pedir por la suba salarial.
Incidentes. Algunos manifestantes y policías que custodian la Casa de Gobierno santacruceña protagonizaron esta noche empujones, tras lo cual el secretario general de ATE local, Alejandro Garzón, denunció que un uniformado le pegó un bastonazo en la entrepierna.
Pese a ese incidente, los manifestantes aclararon que no era su intención ingresar a la sede de gobierno y continuaban instalados en el lugar, frente a la imponente guardia, con cánticos en reclamo de aumentos salariales.
El jefe de ATE nacional, Pablo Miceli, viajó especialmente para la marcha y al llegar se encontró con sus pares de la delegación gremial local. Desde allí, Miceli denunció que "nunca hubo democracia en esta provincia en las relaciones laborales".
También aludió a la gran cantidad de efectivos de fuerza de seguridad que vigilan la protesta y dijo: "No vamos a permitir ninguna represión porque de otro modo va a haber una respuesta nacional".
El jefe sindical cuestionó al kirchnerismo al sostener que "no puede haber discuros en defensa de los derechos humanos a nivel nacional" mientras "Río Gallegos es hoy una ciudad militarizada".
De este modo se refirió Miceli durante un acto en el centro de esta ciudad, a la vigilancia de policías y gendarmes que durante varias semanas sigue de cerca la evolución de las protestas de los docentes en huelga.
"No puede ser que el gobierno decida cuánto ganamos los trabajadores", añadió el dirigente durante el acto central en la esquina de las calles Roca y San Martín.
Fuente: DyN