Una de las dos ex esposas de Bartolomé Mitre se presentó en el juzgado donde se tramita la complicada sucesión del fallecido empresario. Ayer Blanca Isabel Alvarez de Toledo -segunda mujer de Mitre y la madre de Esmeralda Mitre- se acercó al juzgado movilizada porque en el marco de la sucesión, se mencionaron tres cuentas en bancos suizos de las que ella adujo no haber sido informada cuando se divorció de su difunto ex marido.
Por ese motivo, pide a la Justicia que se investigue las mismas y determinar si Bartolomé Mitre se las ocultó para no hacerla partícipe de lo que le hubiera correspondido en el divorcio. Incluso aportó la documentación del acuerdo firmado cuando se disolvió legalmente el vínculo marital. Esas cuentas radicadas fuera de la Argentina serían tres: una en el Credit Suisse, y dos en la Sociedad de Bancos Suizos (hoy Unión de Bancos Suizos). A comienzo de semana, ya se había pedido a dichas entidades un detalle de los movimientos que tuvieron dichas cuentas durante una década, desde 1986 a 1996.
La batalla legal entre los herederos Mitre saca a la luz tres cuentas en bancos suizos.
El pedido de informes se centra en esos años porque son los que Blanca y Bartolomé Mitre estuvieron legalmente casados. Si bien ellos ya estaban juntos desde 1976. Una aclaración al respecto, el divorcio se concretó en agosto de 1996, si bien como publicó la revista Hola Argentina (edición 02 d abril de 2020): “Nequi y Bartolomé se conocieron en 1992 mientras veraneaban en Punta del Este. Ella tenía 32 años, él, 52, y el flechazo fue instantáneo. Desde entonces, no se separaron más.“ Pero esa ya es otra historia.
Con esta presentación judicial que Blanca Alvarez de Toledo hizo el miércoles 29, empieza tener sentido lo que expresó Esmeralda Mitre el viernes 25 de julio en el programa Confrontados, de Canal 9: “Están yendo contra todos los dividendos de mi madre (…) Porque mi madre estuvo en los años más pudientes de mi padre cuando los gananciales de los diarios eran enormes, mi padre era presidente de Papel Prensa, presidente y director de La Nación… Fueron los ’90 del 1 a 1; claramente los dividendos de mi padre fueron mayores.”