PROTAGONISTAS
Boda inesperada

Menem vuelve a casarse con Zulema, la única mujer a la que siempre temió

Juntos atravesaron momentos felices y una tragedia que los había alejado aún más. Los años, la salud, los nietos y el factor Zulemita, volvió a unirlos. Incluso ahora legalmemte.

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Carlos y zulema | CEDOC

Carlos Menem no le tiene miedo a nada, sólo a Zulema. Esa era un comentario que en los años del apogeo menemista nadie osaba desmentir. Y no por no ganarse encono alguno con uno y otro, sino porque nadie lo dudaba.Y ese "nadie" incluía tanto a los Menem y a los Yoma. Puertas adentro, ambas familias se entrecruzaban afectos, reclamos, diferencias, y silencios más que blindados. Nada que no pase en cualquier familia. Puertas afuera, la protección era y es recíproca.

El juego de seducción del expresidente, permanente para todo quien se le acercara, no tenía su contraparte en Zulema Yoma. Ni en la campaña por la presidencial, ni cuando ella quedó fuera del círculo aúlico del poder el 12 de junio de 1990, cuando el entonces jefe de la Casa Militar, el brigadier Antonietti le informó a Zulema que debía dejar la residencia de Olivos. En la puerta, ella, Zulemita y Carlos junior estaban ante los medios sin poder entender nada. Después hubo otras fricciones y la tragedia del hijo del entonces presidente, puso un muro de concreto entre, Zulema y Carlos.

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Menem y Zulema se conocieron en Damasco (Siria) en 1964, y se casaron en La Rioja. Ambas familias son numerosas y fieles a muchas tradiciones. En campaña presidencial, Zulema incluso aclaró: "El es cristiano pero yo soy musulmana".

Para entonces, las andanzas amorosas -ciertas algunas, publicitadas otras para elevar la figura del riojano- le importaron menos a Zulema que en los tiempos en que ambos aun no se habían separado. Y si antes era dura con los que consideraba poco fiables, tras esa tragedia era implacable.

De Carlos Menem para abajo todos -incluso sus hermanos- se dividían ante su mirada según calificaran aquello como accidente o como atentado.

En el medio, Zulemita, el único nexo en el que padre y madre confiaban. Para él, ella era “su hija” y ofició de primera dama. Para Zulema, además era el empuje para investigar la tragedia de su hermano y en la única en quien ella confiaba a ciegas.

8 de julio de 1989: Carlos Menem asume la presidencia

vida de carlos menem

A pesar de todo el derrotero de seductor que tuvo Menem, en los últimos tiempos dijo que Zulema había sido su único amor.

Pasaron cosas, muchas cosas, y finalmente fue Zulemita quien los acercó. Los nietos sumaron. Podría decirse, a riesgo de ser cursi, que hay algo de este reencuentro -afecticvo y legal- pudo haber estado escrito. El destino quizá -algo que en la tradición árabe es amplio al respecto- tenía predeterminado que en el final sería así. Nadie conoce más a Carlos Menem -de 90 años- que Zulema. Nadie.

En tiempos de deconstrucción de tantas estructuras, que ambos terminen juntos -legalmente juntos-, después de haber atravesado todo y mucho más y sobre todo con tanta intensidad, puede parecer obsoleto. El presente que vive Carlos Menem es un tiempo que para él no siempre es el que marca el calendario, es él quien elige en que momento posarse por momentos. Por eso, de lo único que no podría dudarse es que para Zulema, este casamiento sí es un acto de amor. Y sobre todo de fe. Una fe más musulmana que cristiana por cierto.

EI / DS