La suya no es una situación que en el horizonte cercano se vislumbre siquiera similar a la de Lázaro Báez, el otro empresario cuya vinculación directa con la gestión gubernamental pasada hoy lo ubica en un presente complicado y complejo.
Ser un zar del juego pone a Cristóbal López en un plano diferente al de su colega empresario: maneja una caja por demás abultada y tiene conexiones interrelacionadas que eliminan o soslayan y atenúan los obstáculos que desde afuera se supone le generaría su vinculación directa con el kirchnerismo.
De hecho, como publicó ayer PERFIL, el gobierno porteño está en charlas reservadas con López para que los miles de tragamonedas que tiene en la Ciudad tengan un control online individual y sobre todo elevar el canon que por todas ellas paga. Si bien fue con Néstor Kirchner cuando su negocio se expandió, Macri como jefe porteño no le generó ningún escollo insoslayable.
Así que por el momento López no parece estar esperando una estocada como la que sufrió Aldrey Iglesias en Mar del Plata. Al empresario y amigo de Daniel Scioli el gobierno que encabeza María Eugenia Vidal –con la directiva emanada desde Casa Rosada– le retiró las máquinas tragamonedas que tenía en el Hotel Provincial para colocarlas en el hotel Sasso, es decir en uno de los dominios de uno de los aliados que el PRO tiene dentro del sindicalismo, Luis Barrionuevo.
Sí Cristóbal López tiene un frente abierto y visible en el sector medios de comunicación. La semana que pasó hubo 136 personas despedidas en CN23, la firma que él –como titular de Grupo Indalo–compró hace muy poco tiempo al también empresario kirchnerista Sergio Szpolski. Este conflicto gremial no parece tener un final ideal, sino que, de hecho, parece profundizarse. Una situación similar corre el diario El Argentino, también de su propiedad.
A la distancia. A doce mil kilómetros y con una temperatura distinta a la que se vive en Buenos Aires, López está en otro plan donde lo privado parece primar por sobre la coyuntura empresarial. En los días pasados estuvo en Nueva York con su novia Ingrid Grudke.
Desde que se hizo público su romance con la modelo en junio de 2014, ella manejó con discreción la relación y, fiel a su estilo, siempre dio respuestas precisas sobre sus sentimientos hacia el empresario, sobre cómo lo conoció, como él la conquistó, e incluso no esquivó preguntas respecto de un futuro con libreta roja incluida. “Estoy atravesando un momento muy feliz y sería muy lindo y divertido casarme, decía hace un año a la revista Caras. “Pero por ahora no hay nada de eso, quiero dejarlo en claro. Obvio que las mujeres soñamos con llegar al altar, pero en mi caso falta mucho para eso. (...). Hoy por hoy no es el gran tema en nuestras conversaciones”. Cabe aclarar que López no se separó de la madre de sus hijos.
Los días en que estuvo en Nueva York, a la pareja se la vio haciendo compras en Gucci kids. Esto generó una lógica incógnita: ¿Grudke esta embarazada? Si bien hasta el cierre de esta edición PERFIL no obtuvo respuesta de los protagonistas, amigos de la modelo lo negaron. Y aclararon que ella está muy ocupada con una sobrina de tres años, hija de su hermano menor que falleció hace muy poco. Por otro lado, está feliz porque una de sus mejores amigas fue madre. Si sigue fiel a su estilo, es probable que, de estar embarazada, sea la propia Grudke quien lo confirme.