El gobierno porteño encabezado por Horacio Rodríguez Larreta abrió negociaciones para aumentar el canon que pagan las tragamonedas de las salas de juego de Cristóbal López, dueño de C5N.
Se trata de un viejo reclamo de la oposición de la Ciudad, que incluso había motivado conflictos durante la pulseada que tuvieron Rodríguez Larreta con Gabriela Michetti en las internas del PRO, en las que triunfó el actual jefe porteño.
Las negociaciones, que dispararon tensiones con el grupo de Cristóbal López, avanzan en sigilo e incluso un encuentro de alto nivel que iba a realizarse el jueves pasado se levantó de improviso cuando se enteraron de que se había filtrado a los medios.
El cónclave iba a incluir, además de los funcionarios porteños, a representantes del Ejecutivo nacional y de empresarios del juego.
Qué se propone. En los planes de Rodríguez Larreta se encuentra modificar varios puntos del convenio que se dejó caer en diciembre. El primero sería aumentar el canon que paga cada máquina. Actualmente cada una de las 4.700 tragamonedas ubicadas en el Hipódromo de Palermo paga menos que una del Conurbano. Se estima que cada una de ellas declara un precio diario de $ 1.200. La misma máquina en Los Polvorines, por ejemplo, según denunciaron desde la fuerza política de Martín Lousteau, declara $ 2.000 diarios.
La segunda medida sería establecer el control online de cada tragamonedas. Por ahora, la posibilidad de agrandar o mantener el stock actual de máquinas no surgió en las negociaciones.
En secreto. “Es un tema que se está tratando a alto nivel, por la sensibilidad que tiene. Por eso se procura realizar todo bajo la más estricta reserva”, le dijo a PERFIL una calificada fuente gubernamental al tanto de las negociaciones.
Desde el gobierno porteño sostienen que se trata de un tema en análisis, del cual “todavía no hay ninguna definición”, según explicaron fuentes cercanas a Rodríguez Larreta.
Tema controvertido. El juego siempre estuvo entre las polémicas de la Ciudad. A fines de 2013, cuando la Legislatura aprobó, por pedido de Macri, una modificación al acuerdo anterior, se le perdonó la deuda que mantenía con la Ciudad y se subió el pago de ingresos brutos, principal gravamen en el esquema tributario porteño.
En total, la deuda que se perdonó ascendía a más de $ 2 mil millones. Según la legisladora porteña Inés Gorbea, con esa plata se podrían haber construido, por ejemplo, 7.500 viviendas, se podría haber sumado a 1.500 efectivos a la Policía Metropolitana, haber comprado 25 nuevos coches para la red de subterráneos, construido 15 escuelas y extendido en 15 kilómetros el Metrobus.
“No se puede negar está situación. Sobre todo después de todo lo que dijeron durante la campaña”, afirmó Gorbea, cuyo proyecto fue presentado junto a todo el bloque de SUMA, más los integrantes de la Coalición Cívica.