Ni China ni Brasil: el Gobierno evalúa comprar los blindados de Estados Unidos para modernizar el Ejército
El Ministerio de Defensa pidió la cotización de un lote de vehículos de combate para transportar soldados. El gobierno anterior había considerado un modelo chino y firmado un acuerdo por 153 "6x6 Guaraní" de origen brasileño.
En sintonía con la "nueva doctrina de política exterior", el gobierno de Javier Milei continúa con la intención de modernizar las Fuerzas Armadas sin perder de vista su alineamiento militar con Estados Unidos. Tanto que está en tratativas para comprar un lote de blindados M116 Stricker para fortalecer la capacidad defensiva del país, tratándose de una deuda que el Ejército reclamaba hace al menos dos décadas.
Si bien este movimiento estratégico trata apenas de un "pedido de cotización", según supo PERFIL, ocurre después de una serie de pasos que dio el gobierno nacional en pos del alineamiento con el mundo occidental en materia de seguridad y defensa.
Entre ellos, el pedido formal para que Argentina sea incluida como "socio global" de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), un status que solo tiene Colombia a nivel regional. O la adquisición de 24 aviones caza Fighting Falcon F-16 para la Fuerza Aérea por un costo que alcanzaría los 700 millones de dólares, una opción que le ganó la pulseada a los JF Thunder de origen sino-pakistaní y que fue oficializada el pasado lunes 29 en el Boletín Oficial.
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En paralelo, el Ministerio de Defensa, bajo la dirección de Luis Petri, consideró la posibilidad de ampliar las capacidades tanto del Ejército como de la Armada, y así recomponer el arsenal militar argentino que permanece relegado detrás de países como Chile o Brasil. En el primer caso, retomó la discusión por los vehículos blindados requeridos por el ala terrestre de las Fuerzas Armadas.
En pos de "evaluar el mercado", pidió cotización para la compra de un lote de vehículos de combate de infantería M116 Stricker, que competirán con la otra posibilidad que manejó el gobierno anterior: los blindados de tropa de origen brasileño, conocidos como 6x6 Guaraní, que también cuentan con equipamiento, artillería y soporte logístico.
Vehículos blindados M116 Stricker son de origen norteamericano.
El acuerdo por los blindados Guaraní de Brasil
Los blindados de origen estadounidense que baraja el Gobierno se suman a los 6x6 Guaraní que fabrica Brasil en conjunto con la filial de Iveco en el país vecino, empresa que también tiene sucursal en Córdoba y que en su momento se pensó como algo positivo por un tema de transferencia de tecnología y porque parte de los blindados se fabricarían en el país.
El avance en esa línea lo había marcado el gobierno de Alberto Fernández a través del exministro de Defensa Jorge Taiana, cuando a principios de 2023 firmó un acuerdo para negociar la compra de 156 rodados de combate. Sin embargo, desde entonces no hubo una oferta formal por el lote. "La carta de intención por los Guaraní no se cayó, estamos esperando una oferta", indicaron fuentes del Ministerio de Defensa a este medio.
"Por las Stricker hay pedido de cotización, es lo único que hay. Por ahora está todo en competencia y nada está resuelto", agregaron desde la cartera que conduce Petri, además de resaltar que la decisión tendrá que ver con "la mejor oferta" que le llegue al Gobierno.
Con respecto a las capacidades técnicas, tanto los Stricker como los Guaraní son blindados de combate que dan movilidad, protección y capacidad de fuego a las fuerzas terrestres. El sello distintivo es justamente que están equipados con sistemas de armas, incluidos lanzagranadas, ametralladoras y, en el caso del Guaraní, misiles antitanque. La versión brasileña además tiene capacidad anfibia y permite transportar hasta once soldados, incluida la tripulación (dos más que el blindado norteamericano).
El Ejército de Brasil tiene 500 unidades del vehículo blindado 6x6 "Guaraní" y hasta el momento era la opción más viable
La opción china
Otra de las opciones que había barajado el gobierno anterior fue la oferta de los blindados adquirir blindados VN-1 fabricados por la empresa Norinco de capitales chinos, en un momento en el que, hasta entonces, China no había sido considerado como un proveedor de material bélico para el país.
Al igual que con las negociaciones por los aviones caza, en este caso una compra de material bélico multimillonaria acarrea además una cooperación con el proveedor en función de sistemas de armas y servicios asociados a la compra, una carta que pesa en función de la competencia entre Estados Unidos y China en la región.
La mejor opción, en tanto, será considerada en función del rendimiento y las necesidades operativas del Ejército, pero también del bolsillo, en medio del ajuste presupuestario que decretó Milei en todas las áreas del estado, incluida la Defensa.
Además, tendrá como ingrediente extra el costado ideológico, en relación a la voluntad del presidente argentino de alinearse con Estados Unidos a toda costa, especialmente en cooperación militar, un área más que sensible para Washington.
