“No verme en los medios no me cuesta para nada”, asegura Juan Miceli. Su último día frente a cámara fue el 1º de marzo pasado, y desde entonces se concentró en su otra pasión: la jardinería y el paisajismo. El periodista tomó la decisión de dejar los medios luego de treinta años, y si bien no cierra la puerta a un regreso, por el momento no se lo plantea. “Estoy muy tranquilo con la decisión que tomé”, cuenta a PERFIL luego de un viaje por Inglaterra, donde recorrió algunos de los jardines más famosos del mundo.
—¿Cómo se dio la oportunidad de viajar?
—Surgió a partir de la paisajista Mariela Schaer, que realiza viajes por todo el mundo para visitar jardines. El Reino Unido, al igual que Francia e Italia, tiene una larga tradición de diseño de jardines tanto en castillos como en parques públicos y también privados. Visitamos alrededor de treinta, y fue muy impresionante caminar por los jardines que solo conocía por fotos cuando estudié paisajismo.
—Y también hiciste algo similar en Hawaii…
—En realidad ese viaje fueron las vacaciones pendientes de 2018. Fue un viaje impresionante de descanso y “trabajo”, porque visité a un amigo argentino que tiene una empresa de paisajismo allá. Lo acompañé a ver a sus clientes y vimos proyectos. Visitamos viveros hawaianos increíbles y disfrutamos de caminatas entre plantas tropicales inmensas al estilo Jurassic Park.
—¿Cómo surgió la pasión por los jardines y el paisajismo?
—El mundo de las plantas es sorprendente, inmenso, y enseña a “cultivar” la paciencia, la perseverancia y los ciclos de la vida. En 2018 terminé el curso de diseño de jardines en la escuela Pampa Infinita. Y también cursé materias de Botánica, Jardinería e Historia de los Jardines en la tecnicatura de jardinería de la Facultad de Agronomía. Antes había estudiado producción agropecuaria, pero en los últimos años me interesé más por los cultivos a menor escala, como en un jardín o una huerta. Y a partir de ahí descubrí el mundo del paisajismo, que tiene mucho que ver con las costumbres de las sociedades, cómo se alimentan, cómo respetan los espacios públicos, cómo respetan los espacios públicos y qué hacen en su tiempo libre. ncluso es muy interesante ver que en Europa y Asia los jardines fueron y son una expresión del poder político y económico.
—¿Cómo llevás el alejamiento de los medios?
—En estos meses ya me di cuenta de que, después de tantos años de periodista, la actitud de preguntar y averiguar está intacta y se complementa muy bien con la jardinería. Ojalá pueda algún día hacer un programa sobre esta disciplina. El alejamiento del noticiero lo llevo muy bien, y si en algún momento siento la necesidad de volver, veré si a algún medio le interesa.
—¿Hubo algo que te hizo el clic para tomar la decisión de dejar la profesión?
—La edad, por supuesto. Tengo 54 años, y en mi caso hizo que fuera cumpliendo algunas metas y me preguntaba cómo planificar mi futuro. Siempre me llamaron la atención las notas de personas que hacían un cambio importante en sus vidas, “un volantazo”, y me tentaba la idea de hacerlo también algún día porque más adelante puede ser más difícil.
—¿Consultaste con alguien antes de hacerlo?
—Lo hablé con mi mujer, mi hija y algunas personas de mi círculo más íntimo. Conté con su apoyo, pero esto es algo que después se enfrenta solo.
—¿Existió alguna barrera que te hiciera dudar?
—Dejar un lugar de prestigio como conductor de La Nación+ no fue fácil porque estaba muy cómodo y encariñado con la gente. El riesgo económico de no volver a un lugar con un sueldo asegurado existe, pero creo que lo más preocupante fue pensar en la situación del país, que no está nada fácil. Pero nuestro país nunca es fácil y el tiempo sigue pasando, así que me mandé igual.
—Hace un tiempo contaste que varios colegas te dijeron que querrían hacer lo mismo.
—Sí. Varios colegas me decían que querrían hacer un cambio.
—¿Qué consejo le darías a alguien en esa misma situación?
—Es algo muy personal y no me animaría a recomendarle a nadie que deje su trabajo. Sí creo que debe ser algo madurado durante un tiempo y no un impulso por una pelea con un jefe o una mala semana. No por un arranque sino un sentimiento más profundo de cambio, porque problemas hay en todos lados, hasta en un jardín con las hormigas. Claro que es algo menor, pero me refiero a que el lugar ideal no existe, o en todo caso el lugar ideal debería ser donde se está, porque el bienestar personal pasa por otro lado.
Juan Miceli: “Hay rumores pero nadie me ofreció volver al noticiero de la TV Pública”
—Después de treinta años de periodismo y en un año de elecciones, ¿no te dan ganas de volver a la pantalla?
—Claro que se me ocurren preguntas todo el tiempo, pero si uno está dividido empieza a pasarla mal. Aunque se me ocurran cosas periodísticas, ahora mi principal opción es esta. Si no, estaría todo el tiempo sufriendo por desear una cosa y hacer otra, algo que nos pasa mucho. Con los años se va aprendiendo que todo no se puede y que estar todo el tiempo tironeado es un sufrimiento inútil.
—¿Seguís las noticias igual que antes?
—Las sigo más como ciudadano, para ver qué puede pasar con nuestro país, que como conductor de noticiero.
—Cuando mirás los noticieros, ¿extrañás estar ahí o estás contento con la decisión?
—Me alegra haber hecho este paréntesis porque veo lo mismo de siempre. Los políticos en campaña se excitan como futbolistas en un Mundial y se acuerdan de la gente como nunca antes. Son y van a ser siempre así. No van a cambiar. En todo caso tenemos que cambiar nosotros y exigirles más.
—¿Cómo es la relación con la gente en la calle?
—Todo muy bien. Algunos se acuerdan, otros no. Y yo siempre anduve como uno más. Regalé casi todos mis trajes, me quedé con uno azul y uno negro por si tengo algún evento, así que mucho jean y zapatillas (risas).
—¿Tenés planes para los próximos meses?
—Quiero sumar más gente por las redes, porque antes me dejé estar con el tema. Me entusiasma mucho mostrar fotos o videos de plantas y lugares en mi Instagram (@juanmicelioficial). Y quiero seguir viajando. Espero poder visitar jardines por el interior y también afuera.